Thomas Carlyle (1795-1881)

Crítico e historiador escocés. Estudió en la universidad de Edimburgo, y se estableció en Londres desde 1834 hasta su muerte. Escribió para numerosas publicaciones periódicas escocesas e inglesas. Se le considera el prosista más influyente de su tiempo en lengua inglesa. Entre sus obras se encuentran: Life of Schiller (1824), Sartor Resartus (The Taylor Retailored) (1834), French Revolution (1837), On Heroes and Hero Worship (1841), y más tarde, History of Frederick the Great (1858-1865). Su correspondencia con Goethe y Emerson fue publicada después de su muerte.

   De Carlyle, escribió José Martí: “No escribe a caballo, sino sobre una quimera. […][1] Profetiza: tunde: unge: concentra. […] lee a la vez las dos líneas de la vida. Su revelación constante e implacable aturde. Tiene hambre de médula”.[2] Entre sus varios proyectos de libros, Martí tenía uno que dedicaría a Carlyle,[3] Emerson, Motley, Longfellow y Walt Whitman. (OC, t. 18, p. 286).

[Tomado de OCEC, tt. 27 y 19, pp. 256 y 339, respectivamente. (Nota modificada por el E. del sitio web)].


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Nótese la similitud de la expresión cuando al hablar José Martí de Sartor Resartus, dice “que [lo] escribió a luz de los ojos de una quimera, y anduvo entre los hombres como montado sobre ella, y echándoles a pesar de él, puñados de luz”. (“Carlyle, romanos y ovejas”, La América, Nueva York, febrero de 1884, OCEC, t. 19, p. 62). De Rose Elizabeth Cleveland, “apasionada y dogmática hermana” del presidente S. Grover Cleveland decía “que maneja[ba] su lengua a lo Carlyle, a modo de quimera de mirada encendida”. (“De año nuevo”, La Nación, Buenos Aires, 17 de febrero de 1886, OCEC, t. 23, p. 67).

[2] JM: “Cuaderno de apuntes no. 14” [1886-1887], OC, t. 21, p. 342.

[3] “Carlyle, una aparición luminosa, gruñona, abuelina, paternal, tremenda, demoníaca, apostólica, tonante.—Mefistófeles bueno:—en lo alto de los abismos, ceñuda la frente, crispada la mano, alzado el brazo sobre los hombros, andando por sobre picos de montañas con pies como raíces; fulminando, levantando pisos de cíclope. abriendo rocas de vientre de fuego con el golpe de su pie, descorriendo pedazos de cielo, abandonándolos de súbito para asomarse o colgarse sobre los bordes de un antro o examinar las antenas de una hormiga, inquieto, relampagueante, infatigable, infinito, vario,—tipo humano”. (Lourdes Ocampo Andina: José Martí: Fabulación y construcción de la identidad continental, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2018, pp. 210-211. (Fragmentos, OC, t. 22, pp. 116-117).