CORRESPONDENCIA PARTICULAR

DE EL PARTIDO LIBERAL

...continuación 2

     Al fin llegó a Morelia, después de ver el lago Cuitzeo, que cree más bello que el de Winnipisogee, o el afamado lago George: después de apuntar que los indios de México viven como cuando Cortés, ¡como si hubiese cosa más triste, fuera de las escuelas de Hampton y Carlisle,[15] que los indios norteamericanos; como si no los tuviera extenuados la desolación o el vicio; cómo si Helen Hunt Jackson no apellidase este siglo, por el maltrato de los indios, “un siglo de infamia”; como si de los indios norteamericanos hubiese surgido un Juárez!”

     Llega a Morelia, y allí escribe sus páginas con rosas: se siente en su estilo la noche serena y el aire aromado: las flores invisibles danzan en torno al búfago, y lo doman: ellas le dejan ver que la ciudad es un árbol de jazmines, que el orden reina en Morelia adorable y sencilla, que el colegio es excelente, aunque sobran en su librería pergaminos inútiles, y faltan los libros de la vida nueva. Las flores lo guían: Morelia sale de sus manos como una maga, que invita al mundo a reparar las fuerzas en su seno: hay suave tristeza en el éxtasis con que admira cada nuevo espectáculo. Las flores lo llevan: no le enseñan castellano, porque dice que “calzada” quiere decir “sombrío”; pero describe la calzada como bóveda, sacra y opulenta, y entra en paz el espíritu, solo de divisar en la pintura las guías de carmelina, asomadas a los muros blancos para ver pasar al búfago vencido. Y llega a la Alameda por el noble acueducto que trae a su memoria, con lo que alcanza a ver entre los arcos, los paisajes menos bellos de la campiña romana, donde nada hay que se compare en su poético abandono a aquel paseo, a la vez jardín y bosque, con una que otra choza de labrador en los canteros, cercada de claveles, con su follaje espeso y elocuente, con su rumor que acalla los pesares, con la divina quietud del poeta persa.[16]¡Repara el malagradecido en que los bancos no están bien cuidados!

     Luego, más vale no leerlo. ¡Pretende juzgar la ciudad, quien no sabe que allí vivió Ocampo! ¡Quiere dar voto sobre la gente del país, y no pregunta dónde peleó Rayón!¡Que son mestizos; que los extranjeros tienen que sobornar a los jueces para obtener justicia; que los amantes se entienden a señas por las ventanas, como si no fuera esto mejor, sin ser loable, que estrujarse en el Parque Central por los rincones; que los novios, como cosa nunca vista y pecado especial de México, se ganan a las criadas para hablar con las novias en sus habitaciones. Que a un americano le permitieron una vez depositar en una elección el voto de sus trabajadores ausentes. Que en las fiestas de la plaza, adornada de carnavales, vio a los “petimetres de la ciudad, de piernas pobres, jovenzuelos sin seso, escoria de una civilización degenerada, sin virilidad y sin propósito”.

     ¡Este Warner merecería que se le pusiera, como en tiempo del Cid,[17] la mano en la barba![18] ¡Conque las piernas fuertes hacen los corazones animosos!

     ¡La civilización en México no decae, sino que empieza!

     ¡La han levantado de sobre un cesto de hidras, con brazos que esplenderán en lo futuro como columnas de luz, un puñado de hombres gloriosos! ¡Ha sido la heroica pelea de unos cuantos ungidos contra los millones inertes, y contra privilegios capaces de ampararse de la traición![19] ¿Qué civilización heredó México, cuando ya tenía el brío propio necesario para declararse libre? ¡Esa Nación ha nacido de esas piernas pobres y de unos cuantos libros franceses! ¡Más ha hecho México en subir a donde está, que los Estados Unidos en mantenerse, decayendo, de donde vinieron![20] Quede Warner en paz, que fuera hablar más de él, darle la gran lanzada al moro.[21] ¡Piernas pobres! Davides[22] han hecho más que Goliates:[23] Bolívar pesaba tanto como su espada: Don Miguel Hidalgo llegaría a unas ciento treinta libras: las piernas pobres no arremetieron mal el Cinco de Mayo.¡Piernas pobres! precisamente era así el guía que cierto caminante llevaba una vez de Acapulco a México,[24] el cual camino acabó con una buena suma a la cintura, sin que nadie le robara: era así el guía, poco de carnes y años, sin seso y zancudo: pero como un francés corpulento, que se agregó a la caravana, diera en punzarlo y hacer burla de él, llegando porque lo creyó flojo a mover mucho el sable y desafiarle el valor, saltó el mozo de su arria con tal vuelo que pareció a todos gigante, y más que a nadie al francés, que escondió el sable en cuanto le vio al mozo los ojos, tan encendidos que no había modo de hacerle seguir camino hasta que el francés no se bajara de su caballo y aceptase el combate. Al francés no le pareció el mozo ¡piernas pobres!—Pero ¡ah, de esos juicios de viajeros, que no se responden al punto y en su propia casa, se hace aquí lentamente el juicio nacional, que México no ha de querer que le sea en las malas horas enemigo!

José Martí


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[15]Instituto Normal y de Agricultura de Hampton y la Escuela India Industrial de Carlisle.

[16]Frase que corresponde al poeta Omar Khayyam, muy reconocido por José Martí.

[17]El Cid Campeador.

[18]En el Medioevo la costumbre de ponerse la mano en la barba era un signo de orgullo, y hasta de arrogancia. Sin embargo, tocar la barba de otra persona era una gran ofensa. El Cid hizo un juramento por “aquesta barba que nadi non messó”.

[19]“¡Y todo ese veneno lo hemos trocado en savia! Nunca, de tanta oposición y desdicha, nació un pueblo más precoz, más generoso, más firme. Sentina fuimos, y crisol comenzamos a ser. Sobre las hidras, fundamos”. (JM: “Madre América”, discurso en la Sociedad Literaria Hispanoamericana, Nueva York, 19 de diciembre de 1889. OC, t. 6, pp. 138-139. (N. del E. del sitio web).

[20]“México empieza la ascensión más cruenta y valerosa que, por entre ruinas de iglesia y con una raza inerte a la espalda, ha rematado pueblo alguno: sin guía y sin enseñanza, ni más tutor que el genio del país, iba México camino a las alturas, marcando con una batalla cada jalón ¡y cada jalón, más alto!: si de la sombra de la iglesia languidece el árbol todavía tierno de la libertad, una generación viene cantando, y a los pies del árbol sediento se vacía los pechos”. [JM: “Heredia”, discurso en Hardman Hall, Nueva York, 30 de noviembre de 1889 (El Avisador Hispanoamericano, suplemento al no. 176, Nueva York, 3 de diciembre de 1889), OC, t. 5, p. 169].

“No fue [Francis] Hopkinson-Smith a México a ver lo que se levanta, sino lo que muere; no visitó las escuelas, sino las sacristías, ni estudió instituciones, sino cuadros. España le selló la mente, y a Venecia, como todo el que la ha visto, la tiene sonrosada y perezosa, delante de los ojos; de modo que, sin ver que en el maíz molido del indio oaxaqueño hay médula para una nación, sin notar como una juventud entre francesa y griega, hecha por igual a la plomada y al toro, sucede a la generación de patriarcas que sacó de entre las serpientes el arca de la libertad, y desaparece en la vejez, por la virtud del heroísmo, con la gracia y el fuego de los jóvenes; sin reparar cómo, mordida de adentro y acechada de afuera, va levantándose, con sus venas de hierro y sus palacios de porcelanas, la nación a quien no ha dado aún bastante sosiego la fortuna para convertir el veneno heredado en savia trabajadora, y despertar de su espanto a la gran raza dormida;—dice que México es ‘como una Venecia tropical, y España semibárbara’. Pero eso es lunar del juicio, y no de la voluntad, en quien no es de aquella especie fea de hombres que no tienen ojos para las rosas, sino para los gusanos, y van al rosal para ver donde es la mancha, y pregonarla con clarines, en vez de aquietarse calladamente el alma con su aroma […]”. (JM: “Un viaje a México. Excursión de un pintor yanqui”, La Nación, Buenos Aires, 1º de junio de 1889, OC, t. 19, pp. 336-337).

[21]En la crónica “Los ‘caminadores’ de Nueva York” publicada en El Partido Liberal, de México, el 8 de marzo de 1888, Martí vuelve hacer referencia a esta actitud discriminatoria de Warner hacia los jóvenes mexicanos. [OCEC, t. 28, p. 64. (N. del E. del sitio web)].

[22]Referencia a David.

[23]Referencia a Goliat. Martí vuelve a referirse a este asunto en la crónica “La República argentina en los Estados Unidos. Un artículo del Harper’s Monthly, publicada en La Nación, de Buenos Aires, el 4 de diciembre de 1887, OCEC, t. 27, p. 34; y en el “[Fragmento relacionado con la crónica “La República argentina en los Estados Unidos”, publicada en La Nación]”, OCEC, t. 27, p. 41).

[24]Al parecer, referencia autobiográfica de José Martí cuando viajó desde el puerto de San José, Guatemala, hasta el puerto de Acapulco y de allí marchó en caravana hacia la capital mexicana, el 6 de diciembre de 1877, para contraer matrimonio con Carmen Zayas-Bazán.