A FRANCISCO SELLÉN BRACHO

[Nueva York] 17 Feb. [de 1894]

Sr. Francisco Sellén.

Amigo mío:

Yo no sé qué sordo rencor me guarda Vd., ni qué mal le he hecho; pero lo quiero mucho, y sé que conoce de familia, y ha de querer, al valiente Fermín Valdés Domínguez, y al escribir a seis o siete amigos de lealtad y consejo,[1] para que nos reunamos mañana a dar forma al deseo público de saludar al que ha saludado sin miedo a Cuba esclava,—me sentiría culpable si no le pusiese estas líneas, invitándole—puesto que ya sé que su esposa[2] tiene otro ángel a la cabecera[3]—a que venga mañana a las 4, a casa de la Sra. de Mantilla[4]—424 W 57th St., a hablar de esa justicia,[5] y a pasar una hora de amigos.—Tráigame pa mí solo La muerte de Demóstenes.[6]

Besa la mano de la enferma, y estrecha la de Vd.

                                                                                  Su

José Martí

OC, t. 20, pp. 446-447. Cotejada con el manuscrito original.

Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá; prólogo de Juan Marinello, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. IV, p. 49.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Véanse las cartas de José Martí a Ramón L. Miranda, a Néstor Ponce de León, a José Pérez del Castillo y a Gonzalo de Quesada (17 de febrero de 1894), invitándolos a participar en la reunión organizativa del tributo que la emigración cubana de Nueva York ofrecería a Valdés-Domínguez. (N. del E. del sitio web).

[2] “Dicen que por entre sus libros, puestos en hilera con esmero de novio, pasa todas las tardes, de vuelta de la labor, al cuarto donde padece, clavada a su enfermedad, la esposa que se mira en él, y no cree que su espíritu sea de hombre como es, sino el de las flores que él mismo le riega, antes de salir al trabajo, en su ventana”. [JM: “Un poeta. Poesías de Francisco Sellén”, El Partido Liberal, México, 28 de septiembre de 1890, OC, t. 5, p. 193. (N. del E. del sitio web)].

[3] Hasta aquí la parte que se conserva del manuscrito.

[4] Carmen Miyares Peoli, viuda de Manuel Mantilla.

[5] En la noche del 24 de febrero de 1894, “en el espléndido salón Jaeger’s, uno de los más bellos y espaciosos” de Nueva York, según se hace constar en un artículo sin firma titulado “En honor de Valdés Domínguez” (Patria, Nueva York, 2 de marzo de 1894, no. 101, p. 2), tuvo lugar el acto público con el propósito de dar testimonio de “estimación y cariño” al hombre que es “símbolo de valor, de honra y de decoro para todo buen cubano”. El discurso del Apóstol y las intervenciones de Tomás Estrada Palma del propio Valdés-Domínguez pueden consultarse en Patria, Nueva York, 2 de marzo de 1894, no. 101, pp. 2-3. (N. del E. del sitio web).

[6] Obra dramática escrita por Francisco Sellén Bracho.