A JOSÉ PÉREZ DEL CASTILLO PÉREZ

Sr. José P. del Castillo

Amigo mío:

Mañana necesito de su consejo, lo que es decirle que estoy seguro de tenerlo por acá,—424 W 57 St., a las cuatro de la tarde; lo que de seguro será para V. muy agradable, aunque haya de privarse de otros placeres, cuando sepa que es para conversar, entre pocos amigos,[1] sobre el modo más apropiado de corresponder al deseo que nuestra gente cubana muestra de saludar a quien tan gran servicio nos ha hecho,—y tanto homenaje ha recibido en Cuba—como Fermín Valdés Domínguez, el vindicador de los estudiantes, que es ya, más que hombre, página de nuestra historia.—Decirle más a Vd. ¿no sería ofenderlo? Venga, acordaremos,[2] y luego yo tendré a mano al recién llegado, pa. que pasemos con él una hora de amistad. Escribo a Arístides:—y quedo siendo de Vd. y de su casa, el amigo cariñoso q. V. sabe. Su

José Martí

[Nueva York] Sábado, Feb. 17/ 94

 OC, t. 20, p. 446. Cotejada con el manuscrito original.

Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá; prólogo de Juan Marinello, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. IV, p. 50.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Véanse las cartas de José Martí a Ramón L. Miranda, a Néstor Ponce de León, a Francisco Sellén, y a Gonzalo de Quesada (17 de febrero de 1894), invitándolos a participar en la reunión organizativa del tributo que la emigración cubana de Nueva York ofrecería a Valdés-Domínguez.

[2] En la noche del 24 de febrero de 1894, “en el espléndido salón Jaeger’s, uno de los más bellos y espaciosos” de Nueva York, según se hace constar en un artículo sin firma titulado “En honor de Valdés Domínguez” (Patria, Nueva York, 2 de marzo de 1894, no. 101, p. 2), tuvo lugar el acto público con el propósito de dar testimonio de “estimación y cariño” al hombre que es “símbolo de valor, de honra y de decoro para todo buen cubano”. El discurso del Apóstol y las intervenciones de Tomás Estrada Palma del propio Valdés-Domínguez pueden consultarse en Patria, Nueva York, 2 de marzo de 1894, no. 101, pp. 2-3.