A GONZALO DE QUESADA Y ARÓSTEGUI
[Montecristi, 1ro de abril de 1895]
Gonzalo querido:
De mis libros no le he hablado. Consérvenlos; puesto que siempre necesitará la oficina, —y más ahora:—a fin de venderlos pa Cuba en una ocasión propicia, salvo los de Historia de América, o cosas de América—geografía, letras, &—que V. dará a Carmita a guardar, por si salgo vivo, o me echan, y vuelvo con ellos a ganar el pan. Todo lo demás lo vende en una hora oportuna.—Vd. sabrá cómo.—Envíemele a Carmita los cuadros, y ella irá a recoger todos los papeles.—Vd. aún no tiene casa fija, y ella los unirá a los que ya me guarda.—Ni ordene los papeles, ni saque de ellos literatura: todo eso está muerto, y no hay ahí nada digno de publicación, en prosa ni en verso: son meras notas.—De lo impreso, caso de necesidad, con la colección de La Opinión Nacional, la de La Nación, la del Partido Liberal, la de la América hasta que cayó en Pérez[1] y aun luego la del Economista, podría irse escogiendo el material de los seis volúmenes principales. Y uno o dos de discursos y artículos cubanos.—No desmigaje el pobre Lalla Rookh que se quedó en su mesa.—Antonio Batres,[2] de Guatemala, tiene un drama mío,[3] o borrador dramático, que en unos cinco días me hizo escribir el gobierno sobre la independencia[4] guatemalteca.[5] La Edad de Oro, o algo de ella sufriría reimpresión. Tengo mucha obra perdida en periódicos sin cuento: en México del 75 al 77[6]—en la Revista Venezolana, donde están los arts. sobre Cecilio Acosta y Miguel Peña—en diarios de Honduras, Uruguay y Chile[7]—en no sé cuantos prólogos:—a saber. Si no vuelvo, y Vd. insiste en poner juntos mis papeles, hágame los tomos como pensábamos:
Y de versos podría hacer otro volumen: Ismaelillo, Versos Sencillos;—y lo más cuidado o significativo de unos Versos Libres, que tiene Carmita.—No me los mezcle a otras formas borrosas, y menos características.—[11]
De los retratos de personajes,[12] que cuelgan en mi oficina escoja dos Vd.,—y otros dos Benjamín.—Y a Estrada, Wendell Phillips.—
Material hallará en las fuentes q. le digo pa otros volúmenes: el IV podría doblarlo, y el VI.
Versos míos, no publique ninguno antes del Ismaelillo: ninguno vale un ápice. Los de después, al fin, ya son unos y sinceros.
Mis Escenas,[13] núcleos de dramas, que hubiera podido publicar o hacer representar así, y son un buen número, andan tan revueltas, y en tal taquigrafía, en reversos de cartas y papelucos, que sería imposible sacarlas a la luz.
Y si Vd. me hace, de puro hijo, toda esa labor, cuando yo ande muerto, y le sobra de los costos, lo que será maravilla ¿qué hará con el sobrante? La mitad será para mi hijo Pepe—: la otra mitad para Carmita y María.
Ahora pienso que del Lalla Rookh se podría hacer tal vez otro volumen. Por lo menos, la Introducción podría ir en el volumen VI. Andará Vd. apurado para no hacer más que un volumen del material del 6to. El Dorador[14] pudiera ser uno de sus artículos, y otro Vereschaguin,[15] y una reseña de los pintores Impresionistas,[16]—y el Cristo de Munkaczy.[17]—Y el prólogo de Sellén,[18]—y el de Bonalde,[19] aunque es tan violento,—y aquella prosa aún no había cuajado, y estaba como vino al romper.—Vd. solo elegirá por supuesto lo durable y esencial.—
De lo que podría componerse una especie de Espíritu, como decían antes a esta clase de libros, sería de las salidas más pintorescas y jugosas que Vd. pudiera encontrar en mis artículos ocasionales. ¿Qué habré escrito sin sangrar, ni pintado sin haberlo visto antes con mis ojos? Aquí han guardado los En Casa[20] en un cuaderno grueso: resultan vivos y útiles.
De nuestros hispano-americanos recuerdo a San Martín, Bolívar, Páez, Peña, Heredia, Cecilio Acosta, Juan Carlos Gómez, Antonio Bachiller.
De norteamericanos:—Emerson, Beecher, Cooper, W. Phillips, Grant, Sheridan, Whitman.—Y como estudios menores, y más útiles tal vez, hallará, en mis correspondencias, a Arthur, Hendrichks, Hancock, Conkling, Alcott,—y muchos más.—[21]
De Garfield escribí la emoción del entierro, pero el hombre no se ve, ni lo conocía yo, así que la celebrada descripción no es más que un párrafo de gacetilla:—Y mucho hallará de Longfellow y Lanier, de Edison y Blaine, de poetas y políticos y artistas y generales menores. Entre en la selva y no cargue con rama que no tenga fruto.
De Cuba ¿qué no habré escrito?: y ni una página me parece digna de ella: solo lo que vamos a hacer me parece digno.[22] Pero tampoco hallará palabra sin idea pura y la misma ansiedad, y deseo de bien. En un grupo puede poner hombres: y en otro, aquellos discursos tanteadores y relativos de los primeros años de edificación, que solo valen si se les pega sobre la realidad, y se ve con qué sacrificio de la literatura se ajustaban a ella.[23] Ya usted sabe que servir es mi mejor manera de hablar.—Esto es lista y entretenimiento de la angustia que en estos momentos nos posee.—¿Fallaremos también en la esperanza de hoy, ya con todo al cinto? Y para padecer menos, pienso en Vd. y en lo que no pienso jamás, que es en mi papelería.
Y falló aquel día la esperanza—el 25 de marzo.—Hoy, 1ro de abril, parece que no fallará.[24] Mi cariño a Gonzalo es grande, pero me sorprende que llegue, como siento ahora que llega, hasta a moverme a que le escriba, contra mi natural y mi costumbre, mis emociones personales. De ser mías solo, las escribiría; por el gusto de pagarle la ternura que lo debo: pero en ellas habrían de ir las ajenas, y de eso no soy dueño. Son de grandeza en algunos momentos,—y en los más, de indecible y prevista amargura. En la cruz murió el hombre en un día: pero se ha de aprender a morir en la cruz todos los días. Martí no se cansa, ni habla.—¿Con que ya le queda una guía para un poco de mis papeles?—
De la venta de mis libros, en cuanto sepa Vd. que[25] Cuba no decide que vuelva,[26] o cuando,—aun indeciso esto,—el entusiasmo pudiera producir con la venta un dinero necesario,—Vd. la dispone, con Benjamín hermano, sin salvar más que los libros sobre nuestra América—de historia, letras o arte—que me serán base de pan inmediato, si he de volver, o si caemos vivos. Y todo el producto sea de Cuba, luego de pagada mi deuda a Carmita: $220 00. Esos libros han sido mi vicio y mi lujo, esos pobres libros casuales, y de trabajo. Jamás tuve los que deseé, ni me creí con derecho a comprar los que no necesitaba para la faena.—Podría hacer un curioso catálogo,—y venderlo, de anuncio y aumento de la venta.—No quisiera levantar la mano del papel, como si tuviera la de Vd. en las mías; pero acabo, de miedo de caer en la tentación de poner en palabras cosas que no caben en ellas.—
Su
J. Martí
Escenas Norte-Americanas[27]
De guía para este volumen pudiera servir la idea matriz de elegir pa él entre las correspondencias aquellas que describen un aspecto singular, o momento característico de la vida de Norte América. Recuerdo ahora, por ejemplo:
Un boxeo,[28]—tal vez la 1ra. correspondencia q. se publicó en La Nación.[29]
La Exposición de vacas en Madison Garden, y Lechería.[30]
El terremoto de Charleston.[31]
La nevada.[32]
La ocupación de Oklahoma.[33]
Los anarquistas de Chicago.[34]
Una elección de Presidente.[35]
La inundación de Yorktown.[36]
El linchamiento de los italianos en N. Orleans.[37]
El negro quemado.[38]
El centenario de Washington.[39]
El centenario de la Constitución.[40]
La Estatua de la Libertad.[41]
Y temas así.—culminantes y durables, y de valor humano.—
En las correspondencias de La Nación, que hay sueltas, o en cuadernos en la oficina, solo hay una parte de las escritas al periódico,—y faltan algunas q. en la colección serían esenciales.[42]
[Cotejado por manuscrito original en el Centro de Estudios Martianos].
Tomado de José Martí: Testamentos. Edición crítica, presentación de Salvador Arias, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2016, pp. 31-35.
Otros textos relacionados:
- Lourdes Ocampo Andina: “¿Testamento literario?”, El Tintero. Suplemento de Juventud Rebelde, La Habana, 23 de mayo de 2010.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] Según el periódico neoyorquino El Porvenir, en abril de 1890 se hallaba al frente de La América “el eminente estadista colombiano” Santiago Pérez Manosalbas.
[2] Antonio Batres Jáuregui (1847-1929). Abogado, político, diplomático e historiador guatemalteco. Importante colaborador del presidente Justo Rufino Barrios, fue durante ocho años ministro de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua en Washington. También fue presidente de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala.
[3] José Martí se refiere a su pieza teatral Patria y libertad. (Drama indio), escrita en Guatemala en abril de 1877. (OCEC, t. 5, pp. 111-135).
[4] Tachado a continuación “de”.
[5] En el folleto “Guatemala” publicado en México en 1878, Martí alude a “unos cuantos versos dramáticos” que ha escrito para celebrar “el día patriótico”. [OCEC, t. 5, p. 272. (N. del E. del sitio web)].
[6] El 2 de marzo de 1875 Martí inició sus colaboraciones en la Revista Universal de Política, Literatura y Comercio, de México, donde trabajó hasta el 19 de noviembre de 1876, cuando el periódico dejó de publicarse. Durante sus años de residencia en la capital de México, Martí colaboró ocasionalmente con El Federalista, diario fundado en 1831, dirigido por Alfredo Bablot durante su segunda época (1872-1878). Recientes estudios también han fijado la autoría martiana de varios textos en El Socialista, semanario destinado a la clase obrera, órgano oficial del Gran Círculo de Obreros de México, fundado en 1871.
[7] El 8 de julio de 1886 Martí escribió su correspondencia inicial para el periódico La República, de Honduras, y el 26 de enero de 1888 se le comunicó que, debido a limitaciones oficiales impuestas a la publicación, esta se veía obligada a prescindir de su pluma. Se sabe también que el 17 de enero de 1889 Martí se comprometió a remitir dos crónicas quincenales a La Opinión Pública, de Montevideo. Muy recientes investigaciones han aportado que numerosos artículos de Martí fueron publicados en los periódicos chilenos La Época, La Libertad Electoral y El Ferrocarril (Santiago de Chile); El Mercurio (Valparaíso) y El Sur (Concepción).
[8] Tachado antes. Roto el manuscrito. “Caracteres”.
[9] Tachado antes “Caracteres”.
[10] Encima de esta palabra, tachado “Religión”.
[11] Martí cita sus versos en este orden, posiblemente, porque los dos primeros cuadernos de poesía habían sido publicados en Nueva York, en tanto, los Versos libres quedaron inéditos, sin depuración ni ordenación dentro de su papelería. Ismaelillo se reveló en 1882, año en que además escribió la mayoría de los Versos libres. Versos sencillos, por su parte, salió a la luz pública por vez primera en 1891.
[12] Véase Raúl Aparicio: “Retratos en el despacho de Martí”, El Caimán Barbudo, La Habana, enero de 1967.
[13] Algunos de esos fragmentos han sido incluidos en el tomo 18, p. 179 y sig. de sus Obras completas, reimpresas en varias ocasiones posteriores. En el Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1978, no. 1, pp. 31-34 se dio a conocer el texto titulado “Para las Escenas”, cuya fecha de escritura se desconoce, aunque la madurez que revela, así como su intrínseca relación con el titulado “‘Mi raza’” (publicado en Patria, el 16 de abril de 1893, no. 57, p. 2; OC, t. 2, pp. 298-300) lleva a considerar que fue concebido por Martí durante ese mismo mes y año.
[14] Este texto nunca ha aparecido en La Nación. Debe referirse a un cuadro de Rembrandt, el cual Martí menciona con ese nombre al hablar de una exposición de pintura en la crónica (“Un mes de vida norteamericana”), publicada en La Nación, de Buenos Aires, el 15 de abril de 1887. (OCEC, t. 25, pp. 170-177). Según el investigador y ensayista David Leyva González en “el listado en castellano de los cuadros del pintor holandés no existe ninguno bajo el título El Dorador”. De acuerdo con su investigación debe tratarse del Retrato de Herman Doomer, “el más reconocido inventor de marcos, dorador, y tallista de ébano de la época de Rembrandt”, que mantuvo con él “una relación de amistad y trabajo”. Además, Leyva González, añade que con el título “El Dorador de Rembrandt”, se publicó una crónica de José Martí en un número aún no encontrado de La América de Nueva York, en marzo de 1887. Él sostiene la hipótesis, con argumentadas razones, de que El Dorador pudiera ser, efectivamente, una crónica escrita para La Nación de Buenos Aires, pero al no encontrar cabida en sus páginas, tal vez fue publicada en algún número, hasta hoy desconocido, de El Economista Americano, correspondiente a los meses de febrero, marzo o abril de 1887. [Véase David Leyva González: “‘El Dorador’: una crónica perdida”, Notas de un poeta al pie de los cuadros, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2016, pp. 211-219. (Nota modificada por el E. del sitio web)].
[15] Martí se refiere a su artículo “La exhibición de pinturas del ruso Vereschaguin”, fechado en Nueva York, el 13 de enero de 1889, y publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 3 de marzo del mismo año (OC, t. 15, pp. 427-438), y con ligeras variantes en El Partido Liberal, de México, el 4 de febrero de ese año.
[16] Se refiere Martí a su reseña titulada “Nueva York y el arte. Nueva exhibición de los pintores impresionistas”, concebida en Nueva York, el 2 de julio de 1886 y publicada en La Nación, de Buenos Aires, el 17 de agosto del mismo año. Esta crónica se publicó, con algunas modificaciones, en El Partido Liberal, de México, el 20 de julio de 1886 bajo el título “Exhibición en New York de los pintores impresionistas franceses”, fechada en Nueva York, el 30 de junio [de 1886]. (OCEC, t. 24, pp. 91-95 y 75-82, respectivamente). Véase también la referencia a esta exposición en “Cartas de Martí. Los trabajadores se apaciguan”, La Nación, de Buenos Aires, 19 de junio de 1886. [OCEC, t. 23, pp. 131-134. (Nota modificada por el E. del sitio web)].
[17] Martí se refiere al texto “El Cristo de Munkácsy”, fechado en Nueva York, el 2 de diciembre de 1886 y publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 28 de enero de 1887. Véase la crónica “El Cristo del gran pintor Munkácsy”, aparecida en El Partido Liberal, de México, el 21 de diciembre de 1886, fechada en Nueva York, el 3 de diciembre de 1886. (OCEC, t. 25, pp. 53-61 y 62-70, respectivamente).
[18] En esta carta Martí parece referirse al artículo “Un poeta.—Poesías de Francisco Sellén”, publicado en El Partido Liberal, de México, el 28 de septiembre de 1890 (OC, t. 5, pp. 181-193), dada la extensión y profundidad de su estudio del libro de Sellén titulado Poesías, Nueva York, A. Da Costa Gómez, editor, 1890.
[19] Martí se refiere a su escrito “El poema del Niágara”, concebido en Nueva York durante el año 1882, y publicado como prólogo a la segunda edición de El poema del Niágara, del poeta venezolano Juan Antonio Pérez Bonalde, realizada en Nueva York en el año 1883. (OCEC, t. 8, pp. 144-160).
[20] “En casa”. Sección del periódico Patria iniciada por Martí el 26 de marzo de 1892, en la que presentaba asuntos de la vida de la emigración a través de notas que procuraban estimular su participación patriótica y el reconocimiento de su identidad nacional. Véanse, al respecto, los estudios de Ramón de Armas: “‘En casa’: semillero de una nueva ideología”, Revista de la Biblioteca Nacional, La Habana, septiembre-diciembre de 1982; Ana María Verde Retana: “Patria, sus ‘En casa’: lo sinestésico y lo patriótico como motivo literario”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2010, no. 33, pp. 41-48; y Jorge Hernández Álvarez: “‘En casa’: vindicación cubana de una crónica verdaderamente social”, El periodismo como misión, compilación y prólogo de Pedro Pablo Rodríguez, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial Pablo de la Torriente Brau, 2012, pp. 406-425. (N. del E. del sitio web).
[21] Este guión largo después de “muchos más”, con el que termina la línea y la siguiente que comienza sin sangría, llevan a la deducción de que continúa seguido.
[22] Martí alude a su inminente embarque para Cuba junto al General en Jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez.
[23] Véanse los ensayos de Medardo Vitier: “Lineamientos formales e ideológicos de los discursos de Martí”, Boletín de la Academia Cubana de la Lengua, La Habana, julio-diciembre de 1954; y de Cintio Vitier: “Los discursos de Martí” (1964), Temas martianos. Primera serie (1969), La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2011, pp. 83-114. (N. del E. del sitio web).
[24] Se refiere al fracaso de la salida planeada unos días antes, el 25 de marzo, cuando Martí estaba presto a embarcar para Cuba desde República Dominicana en compañía de Máximo Gómez, en la goleta Mary John, comprada por ambos a J. Poloney, comisionista de la ciudad dominicana de Montecristi. Horas después, ese intento quedó frustrado ante la negativa de la tripulación a hacer la travesía, y la solicitud de una considerable suma de dinero por parte del capitán y del contramaestre para organizar otra salida. El 1ro. de abril en horas de la noche, el grupo expedicionario formado por Martí, Gómez, Francisco Borrero, Ángel Guerra, César Salas y el dominicano Marcos del Rosario, abordó en Montecristi la goleta Brothers, comprada el día anterior al capitán John Bastian, y en la cual arribaron el día siguiente a la isla de Gran Inagua, entonces posesión británica perteneciente a las Bahamas, donde fueron abandonados por la tripulación hasta que lograron ser admitidos en el carguero alemán Nordstrand, que finalmente los condujo hasta las costas de Cuba el 11 de abril.
[25] Tachado a continuación “en”.
[26] Martí consideraba la posibilidad de que el gobierno que se formase en la Isla tras su llegada, y ante el cual —como él mismo declaró— depondría su autoridad como organizador de la guerra en su condición de delegado del Partido Revolucionario Cubano, tomase el acuerdo de que él ocupase alguna responsabilidad o que simplemente decidiese su presencia en Cuba. Esta frase expresa la disposición de Martí a crear un gobierno dentro de Cuba y a acatar las disposiciones tomadas por este, propósitos esenciales de su viaje. Véanse, al respecto, las cartas a Carmen Miyares y sus hijos, de 28 de abril, a Gonzalo de Quesada y a Benjamín Guerra, de 30 de abril, al mayor general Antonio Maceo, de 3 mayo (EJM, t. V, pp. 192, 201 y 227, respectivamente), y a Manuel Mercado, de 18 de mayo de 1895. (TEC, p. 75). (Nota modificada por el E. del sitio web).
[27] Martí alude a sus crónicas sobre Estados Unidos publicadas en los periódicos latinoamericanos durante los años 80 del siglo XIX. Véase, al respecto, José Martí: En los Estados Unidos. (Periodismo de 1881 a 1892), ed. crítica, Roberto Fernández Retamar y Pedro Pablo Rodríguez, coords., ALLCA XX, Colección Archivos de la UNESCO, 43, 2003. (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web).
[28] Martí se refiere a su texto “Una pelea de premio”, fechado en Nueva York el 17 de febrero de 1882, y publicado en La Opinión Nacional, de Caracas, el 4 de marzo de ese año. (OCEC, t. 9, pp. 257-267).
[29] Véase “Muerte de Guiteau”, La Nación, Buenos Aires, 13 de septiembre de 1882, OCEC, t. 17, pp. 11-22. (N. del E. del sitio web).
[30] Martí hace referencia a su texto “Gran exposición de ganado”, fechado en Nueva York, el 24 de mayo de 1887 y publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 2 de julio de ese año. Véase la crónica “Gran exposición de ganado en New York”, publicada en El Partido Liberal, de México, el 9 de junio de 1887, fechada en Nueva York, el 23 de mayo de 1887. (OCEC, t. 25, pp. 326-339 y 313-325, respectivamente).
[31] Texto martiano fechado en Nueva York, el 10 de septiembre de 1886 y publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 14 y el 15 de octubre de ese año. (OCEC, t. 24, pp. 214-219 y 220-227, respectivamente).
[32] Martí se refiere a su crónica “New York bajo la nieve. Catástrofe y pánico”, fechada en esa ciudad el 14 de marzo y publicada El Partido Liberal, de México, el 28 de marzo de 1888. Véase el texto “Nueva York bajo la nieve”, aparecido en La Nación, de Buenos Aires, el 27 de abril, fechado en el mismo lugar, el 15 de marzo de ese propio año. (OCEC, t. 28, pp. 95-101 y 102-107, respectivamente).
[33] Martí se refiere a su texto “Cómo se crea un pueblo nuevo en los Estados Unidos”, fechado en Nueva York el 25 de abril de 1889 y publicado en La Opinión Pública, de Montevideo, el 2 de junio de ese mismo año. (José Martí: Cónsul de la República Oriental del Uruguay, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2016, pp. 110-120).
[34] Alude a su texto “Un drama terrible”, fechado en Nueva York, el 13 de noviembre de 1887 y publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 1ro. de enero de 1888. Véase la crónica “La muerte de los anarquistas”, fechada en Nueva York el 17 de noviembre y aparecida en El Partido Liberal, de México, el 27, 29 y 30 de diciembre de 1887, fechada en Nueva York, el 17 de noviembre de ese año. (OCEC, t. 27, pp. 58-85 y 86-113, respectivamente).
[35] Se refiere a su texto “Elecciones”, fechado en Nueva York el 1ro. de junio de 1888 y publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 28 de julio de ese año. (OCEC, t. 29, pp. 55-66). En El Partido Liberal, de México, se publicó bajo el título “Una campaña presidencial en los Estados Unidos. Carta II”, el 21 de junio de 1888. (OCEC, t. 29, pp. 44-54).
Pudieran tratarse también de otras crónicas:
- “La campaña presidencial en los Estados Unidos”, La Nación, Buenos Aires, 30 de junio de 1888, OCEC, t. 29, pp. 30-36; “Una campaña presidencial en los Estados Unidos. Carta I”, El Partido Liberal, México, 13 de junio de 1888, OCEC, t. 29, pp. 37-43.
- “La campaña electoral en los Estados Unidos”, La Nación, Buenos Aires, 11 de octubre de 1888, OCEC, t. 29, pp. 186-193; “Una campaña presidencial en los Estados Unidos. Carta III”, El Partido Liberal, México, 23 de septiembre de 1888, OCEC, t. 29, pp. 194-202.
- “Un día de elecciones en Nueva York”, La Nación, Buenos Aires, 7 de enero de 1885, OCEC, 17, pp. 257-275.
- “Las elecciones de otoño”, La Nación, Buenos Aires, 7 de diciembre de 1886, OCEC, 24, pp. 250-257; “Las elecciones en los Estados Unidos”, El Partido Liberal, México, 12 de octubre de 1886, OCEC, t. 24, pp. 234-241.
- “Un día de elecciones en New York”, El Partido Liberal, México, 26 de noviembre de 1887, OCEC, t. 27, pp. 42-49; “Cosas del otro mundo”, La Nación, Buenos Aires, 29 de diciembre de 1887, OCEC, t. 27, pp. 50-57.
- “¡Elecciones!”, La Nación, Buenos Aires, 11 de diciembre de 1888, OC, t. 12, pp. 86-100.
(Nota modificada por el E. del sitio web).
[36] Apunta a su texto “Johnstown”, fechado en Nueva York el 9 de junio y publicado en El Partido Liberal, de México, el 2 de julio de 1889, y con variantes en La Nación, de Buenos Aires, el 26 de julio de ese año. (OC, t. 12, pp. 225-235).
[37] Alude a su texto “El asesinato de los italianos”, fechado en Nueva York el 26 de marzo de 1891 y publicado en La Nación, de Buenos Aires, el 20 de mayo de ese año. (OC, t. 12, pp. 493-499). En El Partido Liberal, de México, se publicó con algunas variantes el 31 de marzo de 1891, fechado en Nueva York, el 15 de marzo de ese año.
[38] Se refiere a su texto titulado “El negro en los Estados Unidos”, fechado en Nueva York el 23 de febrero de 1892, y publicado en El Partido Liberal, de México, el 5 de marzo de 1892. No está incluido en sus Obras completas y fue hallado en 1980 por el investigador nicaragüense Ernesto Mejía Sánchez y publicado en Otras crónicas de Nueva York, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1983, pp. 186-189.
[39] Texto martiano fechado en Nueva York, el 18 de abril de 1889 y publicado el 2 de mayo de ese año en El Partido Liberal, de México. (OC, t. 13, pp. 502-508).
[40] Martí se refiere a su texto “Las fiestas de la Constitución en Filadelfia”, fechado en Nueva York, el 28 de septiembre de 1887 y publicado el 27 de octubre de ese año en El Partido Liberal, de México. En La Nación, de Buenos Aires, apareció con el título “Centenario de la Constitución de los Estados Unidos”, el 13 de noviembre, fechado en Nueva York, el 19 de septiembre de 1887. (OCEC, t. 26, pp. 204-219 y 183-197, respectivamente).
[41] Alude al texto “Descripción de las fiestas de la Estatua de la Libertad”, fechado en Nueva York, el 29 de octubre de 1886 y publicado en El Partido Liberal, de México, el 18 de noviembre de 1886. Véase la crónica “Fiestas de la Estatua de la Libertad”, aparecida en La Nación, de Buenos Aires, el 1ro. de enero de 1887, fechada en Nueva York, el 29 de octubre del año anterior. (OCEC, t. 24, pp. 291-308 y 309-326, respectivamente).
[42] En el extremo inferior derecho del manuscrito hay una palabra ilegible, invertida, que parece decir “bingo n”.