FLECHAS

                                                   Para Julián

OYE ese rumor, están hablando
en la cabaña que desaparece.
Con un número hablo y con el otro miro:
esta paz doble agranda el fuego
que entra en la cabaña para ver la flor.
Claro que si me vuelvo es usted o es el olvido
hinchando su velamen grueso.
Claro que si me vuelvo todos gritan
que las flechas los sorprenden
por la velocidad con que llegan de la luz.
Habrá que hacer la luz con la penumbra,
la playa con la costa y el fuego siempre con el humo.
Pero ese rumor es que ya están hablando
y yo me estiro hasta las palabras de la flor
que brilla en el fondo del barranco.
Que brilla y viene también como las gárgolas.
Dudaba si la he visto
porque todos fríamente salen
por los sitios más oscuros de la orquesta,
grabando el rostro de una dama
o trenzando la flor con la amargura.
La paz doble de mi rostro
enciende los hogares donde guardan
la flecha en el desván.
Oh flecha y rostro de los cazadores
que han visto al ciervo que no llegará nunca.
El ciervo glorioso se asoma a la cabaña
y la oscuridad se reconstruye como un himno
que habrá que descifrar con las cejas o el mentón
del mercader o del soldado.
Así vuelve la lámpara volando
y el que tenía las llaves toca el árbol.

                             ARTE POÉTICA

                                                                   Para Lezama

LA vida puede atravesar la paz igual que la carroza
con el rey pensativo cruza los jardines.

El rey sostiene la línea que separa al aire del proyecto de batalla
y al surtidor de los embajadores que se inclinan.

Cuando el emperador abría las pesadas puertas con los ojos
estaba dándonos la imagen de cómo nace el verso.
Pero él sabía que ese verso avanza igual que el pez entre las aguas que
      se cierran
y mientras más rodaba la carroza por el fuego más se llenaban sus ojos
      de nostalgia.

El espacio parece estar pactando siempre con el verso;
se abre como pulpa y luego se cierra con la dureza del agua.

Tú querías cruzar el bosque transparente donde el rey cazaba
fortalecido por un séquito campestre en su orfandad.

El bosque sustituye al coro de las rocas submarinas:
ese grotesco golpe de escenario cierra la cara del emperador.

Qué es la más bella maniobra junto al movimiento de los astros,
      preguntaba,
y todavía en una noche deja caer su manto con abejas de oro.

                                        HIMNO

                                                             Para Gaztelu.

LOS campos de trigo iluminan la noche de tus ojos
para que testifiquen los árboles que se enlazan como doncellas
o caminan en la tarde transparente como escuadrones.
El verde sagrado, el oro sagrado y el azul del cielo
componen la música necesaria al hombre y grata a los ángeles
que velan en las catedrales las figuras tranquilas de los santos.

Hay tantas figuras de santos como espigas en la tierra y nubes en el cielo
pasando todo un día y una noche sobre las catedrales.
Un solo día y una sola noche pasan eternamente sobre las catedrales
y las nubes devanan todas las formas posibles de las gárgolas.
Los escuadrones de santos sonríen misteriosos en la piedra
o gobiernan sus propias llamas de aleluya en los vitrales.

El azul profundo del medioevo es tan doloroso como la sombra de la gloria.
El verde y el púrpura, el amarillo y el morado cantan
alrededor del blanco virginal que prefieren los ojos de los santos.
He mirado sus ojos de luz con mis ojos de sangre
y ahora los campos de trigo me entregan el espacio que besaban sus labios sonriendo levemente, cariñosamente irónicos ante la máscara del martirio.

Los mártires están mirando la fidelidad desconocida de los hombres,
la admiración candorosa de los hombres que añoran el amor y no lo saben
y pasan cerrados frente al tiempo volando por los bosques.
El tiempo conduce la luz como el ciego de nacimiento conduce su rostro.
El espacio canta saliendo de las catedrales por los campos de trigo
la creación de los árboles que saltan como llamas en el viento.

                                                                        Cintio Vitier

Por España y Francia.
Septiembre 21 de 1949.