Walter (Walt) Whitman (1819-1892)
Poeta, periodista y narrador estadounidense. Nació en West Hills, Long Island, Nueva York, el 31 de mayo de 1819. A los seis años comenzó a asistir a una escuela pública de Brooklyn, pero la abandonó a los 11, y toda su formación cultural posterior la adquirió de forma autodidacta, con copiosas lecturas de historia, literatura, religión y filosofía. Según Beatriz Maggi, no debe desestimarse la importancia que tiene la formación cuáquera[1] en el seno familiar, que luego hace su presencia irrefutable en la obra del poeta, que acusa la impronta de Shakespeare, de la ópera francesa e italiana y de “la lectura frecuente del Viejo Testamento [que] deja en su espíritu y en su entonación un sello inconfundible”.[2]
En 1831 se inició en el mundo periodístico como aprendiz de tipógrafo y luego como cajista en las publicaciones Long Island Patriot y Long Island Star. A partir de 1836 trabajó como maestro rural en Long Island. En mayo de 1841 se trasladó a Nueva York, donde se vinculó a la política y ejerció el periodismo. Ese mismo año publicó en las páginas de la Democratic Review su primera novela titulada Death in the School-Room (a Fact); y en noviembre del año siguiente Franklin Evans; or The Inebriate, como número extra en The New World.
Entre los 23 y 26 años trabajó para varios periódicos neoyorquinos como Aurora, Evening Tattler, Sunday Times, Statesman, Plebeian, Sun, Democrat y Mirror, y desde 1845 hasta 1849 se desempeñó como editor de prominentes periódicos de Brooklyn, entre los que se encuentran, el Evening Star, el Daily Eagle y el Weekly Freeman. En 1855 apareció la primera edición de Leaves of Grass, libro de poemas que despertó alrededor suyo el interés de las principales figuras intelectuales estadounidenses de su tiempo, entre ellas Ralph W. Emerson. Son versos libres en los que se exaltan la vida, el sexo,[3] la camaradería, la democracia y los Estados Unidos, así como la personalidad y el entorno del poeta,[4] “bello como un patriarca, sereno y santo”.[5] Sus propósitos no eran solo literarios, sino también éticos y religiosos.
Continuó su labor periodística en el Life Illustrated y en el Brooklyn Daily Times, pero en 1859, como ya le había sucedido en 1848, fue despedido del último a causa de sus criterios abolicionistas. En 1863, durante la Guerra de Secesión, se estableció en Washington, donde visitó hospitales militares en calidad de enfermero voluntario, a la vez que compartía esta faena con sus empleos para el gobierno. En 1882 fue censurada en Boston su última edición de Leaves of Grass, hecho que disparó la publicidad y las ventas en Filadelfia. Ese mismo año recibió la visita de Oscar Wilde, quien se encontraba en Estados Unidos.
En 1891 publicó la última edición de Leaves of Grass, conocida como edición definitiva o del lecho de muerte.[6] El 26 de marzo de 1892 murió en Mickle Street. Su libro Leaves of Grass, que recoge la totalidad de su obra poética, es una de las obras líricas más importantes de la literatura de Estados Unidos en el siglo XIX. Otras obras de su producción literaria son: Democratic Vistas (1870) y Specimen Days (1882.
De este “poeta extraño”,[7] “profeta del Nuevo Mundo”, Gastón Baquero ha señalado: “Whitman es a un tiempo lo conocido y lo ignorado, lo selvático y lo exquisito, lo intuitivo y lo cultivado. Es Grecia y es Roma hechas realidad futura de Grecia y Roma. Es América, es el Nuevo Mundo, porque incluye la cultura occidental. No ofrece continuar ni desdeñar, sino vive y manifiesta la creación sintética, unitiva: en él, como en Grecia, está Europa trasfundida a una salud americana, a una riqueza vital que es el complemento soñado por la cultura”.[8]
José Martí escribió un notabilísimo texto sobre Walt Whitman,[9] “el poeta patriarcal del Norte”,[10] a raíz de la conferencia que el “grandísimo poeta rebelde, y pujante”,[11] pronunciara sobre Lincoln en Nueva York, el 14 de abril de 1887, para exaltar “el ritmo revolucionario”[12] de su poesía, “que canta en lenguaje tierno y lleno de matices de luna las cosas del cielo y las maravillas de la naturaleza, y celebra con desnudez primaveral y a veces con osadías paradisíacas las fuerzas rudas y carnales que actúan en la tierra”,[13] “sin miedo a palabra de hombre ni a visión femenina”,[14] publicado en El Partido Liberal,[15] de México y en La Nación,[16] de Buenos Aires. Escribió también: “Walt Whitman, un rebelde admirable, que quiebra una rama de los bosques, y en ella halla poesía—más que en rugosos libros y doradas cadenas de academia. De una academia es miembro Walt Whitman: su presidente se sienta en el cielo”.[17] Finalmente, en dos posibles proyectos de libros de Martí figuraría Walt Whitman; uno, que tituló Los poetas rebeldes, junto a Oscar Wilde, Guerra Junqueiro y Giuseppe Carducci; y otro, en que “Walt Whitman—Adamiano”[18] estaría al lado de Emerson, Carlyle, Motley y Longfellow. (OC, t. 18, pp. 283 y 286, respectivamente).
[Tomado de OCEC, t. 9, pp. 388-389. (Texto modificado por el E. del sitio web. Fuente: TEC, p. 51)].[19]
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] “Para un cuáquero, la única autoridad es la luz interior que se lleva dentro; cada individuo tiene una comunicación inmediata con la divinidad. […] El cuáquero es, a un mismo tiempo, un místico con ínfulas de profeta y un radicalísimo enemigo de dogmas y ceremonias. Cree en la igualdad, en la amistad y en la verdad revelada interiormente”. (Beatriz Maggi: “Walt Whitman. Estudio crítico”, Las palabras y los días, La Habana, Ediciones UNIÓN, 2017, p. 176).
[2] “Walt Whitman. Estudio crítico”, ob. cit., pp. 182-183.
[3] “Su amor a la fertilidad, al acto fecundante, es tan grande, tan sincero, que su homosexualismo y su autosexualismo no consiguen causarnos suspicacia frente a sus poemas de amor a la mujer y de respeto sublime a la maternidad”. (“Walt Whitman. Estudio crítico”, ob. cit., pp. 180-181).
[4] “Byron y Baudelaire dramatizaron, en ilustres volúmenes, sus desdichas; Whitman, su felicidad”. (Jorge Luis Borges: “Nota sobre Walt Whitman”, Páginas escogidas, selección y prólogo de Roberto Fernández Retamar, La Habana, Fondo Editorial Casa de las Américas, 2006, p. 108).
[5] Rubén Darío: “Walt Whitman” [1890], Azul… (1888), Poesía, La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1989, p. 244.
[6] “Whitman es autor de un único libro de poemas, que fue creciendo con su vida. Nueve ediciones se publicaron en vida de él y fueron corregidas por él. Resulta difícil al investigador el estudio cronológico de su producción, así como seguir de cerca el desarrollo de sus facultades creativas, porque en cada edición el autor injertaba poemas recientes entre los anteriores, o los cambiaba totalmente de sitio, o trasponía estrofas de un poema para otro poema, anterior o posterior. El estudio fructífero solo se ha hecho teniendo en vista todas las ediciones que se publicaron con su anuencia en vida de él. Son útiles al efecto tres reseñas sobre su obra, presentes en la edición de 1893 (In Re Walt Whitman, Filadelfia) y aparentemente anónimas; en realidad, escritas por él”. (“Walt Whitman. Estudio crítico”, ob. cit., pp. 180-181).
[7] “Whitman es un poeta extraño porque es imposible decir de él que es un poeta de la naturaleza, sin añadir de inmediato que es el poeta de la vida urbana. // Estamos frente al poeta mayor de Norteamérica, el de mayor estamina y, ciertamente, uno de los cuatro o cinco brotes líricos más puros, más impetuosos y de imposible desgaste que ofrece el siglo XIX”. (“Walt Whitman. Estudio crítico”, ob. cit., pp. 177 y 183, respectivamente).
[8] Gastón Baquero: “Whitman a los cien años de Hojas de hierba”, Diario de la Marina, 27 de febrero de 1955, Paginario disperso, La Habana, Ediciones UNIÓN, 2014, p. 216.
[9] Véase de Mary Cruz: “Centenario de ‘El poeta Walt Whitman’ de Martí”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1985, no. 10, pp. 136-158.
[10] JM: “Nuestra América”, El Partido Liberal, de México, el [27 de septiembre de 1889], OC, t. 7, p. 351.
[11] JM: “Carta a Bartolomé Mitre Vedia”, Nueva York, 19 de diciembre [de 1882], OCEC, t. 17, p. 355.
[12] JM: “Un poeta.―Poesías de Francisco Sellén”, El Partido Liberal, México, 28 de septiembre de 1890, OC, t. 5, p. 190.
[13] JM: “Sección constante”, La Opinión Nacional, Caracas, 28 de diciembre de 1881, OCEC, 12, pp. 108-109.
[14] Véase “La muerte del ‘buen poeta viejo’: de Walt Whitman” en la crónica “Carta de José Martí. La inmigración y los estudiantes de las universidades”, publicada en El Partido Liberal, México, el 8 de abril de 1892, Otras crónicas de Nueva York, investigación, introducción e índice de cartas de Ernesto Mejía Sánchez, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1983, pp. 194-195.
[15] JM: “El poeta Walt Whitman”, El Partido Liberal, México, 17 de mayo de 1887, OCEC, t. 25, pp. 274-289.
[16] JM: “Un poeta. Walt Whitman”, La Nación, Buenos Aires, 26 de mayo de 1887, OCEC, t. 25, pp. 290-305.
[17] JM: “Reforma esencial en el programa de las universidades americanas”, La América, Nueva York, enero de 1884.OCEC, t. 19, p. 37.
[18] De acuerdo con Mary Cruz, “esta afortunada epítesis no sugiere la más usual de las acepciones del vocablo, equivalente a adamita, sectario del adamismo. Inspirada en uno de los libros del poemario, Children of Adam, hace el poeta un nuevo Adán (hombre primigenio, mítico generador de una nueva raza humana) y al impulso genésico que es tema central de su obra magna, le restituye toda su inocencia natural”. (“Centenario de ‘El poeta Walt Whitman’ de Martí”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1985, no. 10, p. 141).
[19] Bibliografía:
- Alejo Carpentier: “El poeta de Briznas de hierba” (El Nacional, Caracas, 31 de octubre de 1952), Los pasos recobrados. Ensayos de teoría y crítica literaria, La Habana, Ediciones UNIÓN, 2007, pp. 325-326.
- Ciro Alegría: “Whitman y Martí en relación con la idea de la muerte heroica y el mártir”, Alerta, La Habana, 20 de febrero de 1956.
- Belkis Cuza Malé: “Walt Whitman y Martí”, El Mundo, La Habana, 15 de mayo de 1965.
- Ernesto Mejía Sánchez: “Martí-Whitman-Darío”, Casa de las Américas, no. 42, mayo-junio de 1967.
- Aldo Menéndez: “Walt Whitman: vive donde el hombre natural labra…”, Bohemia, La Habana, 2 de julio de 1976.
- Elena Jorge Viera: “Letra de Martí. Estética martiana de los Versos Libres y ‘El poeta Walt Whitman’”, Revolución y Cultura, La Habana, julio de 1986.
- Mary Cruz: “Centenario de ‘El poeta Walt Whitman’ de Martí”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1987, no. 10, pp. 136-158.
- Félix Ernesto Chávez: “Whitman por Martí: análisis de una confluencia”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2001, no. 24, pp. 158-167.
- Félix Hangelini: “Lo imposible agoniza en las palabras”, La Gaceta de Cuba, La Habana enero-febrero de 2003.
- José Rodríguez García: “¿Marx o Whitman?”, Juventud Rebelde, 4 de octubre de 2003. (Granma Internacional, agosto de 2003).
- Francisco Fernández Sarría: “Una lectura molesta de la crónica de Martí sobre Walt Whitman”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2005, no. 28, pp. 52-62.
- Anne Fountain: “Autores estadounidenses asumidos por José Martí”, Apóstoles, poetas, bandidos, La Habana, selección y estudio introductorio de Marlene Vázquez Pérez, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2009, pp. 364-400.