Santa Teresa De Jesús (1515-1582)

Religiosa y escritora española, nacida en Ávila. A los 19 años de edad ingresó en un convento de Carmelitas, y años después, en 1562, comenzó una reforma de la orden, no sin enfrentar grandes dificultades. Su literatura mística es una de las mayores que ha dado España, en ella figuran: El camino de perfección, Libro de las fundaciones, Castillo interior o Las Moradas, esta última su obra maestra, la cual señaló la culminación de la mística cristiana, “de amores consumida”.[1] Dejó también Autobiografía, poemas y una copiosa compilación epistolar.

     En varios textos, con algunas variantes, José Martí se refiere a la conocida frase de Santa Teresa de que el diablo es “el desgraciado que no sabe amar”.[2] De acuerdo con Cintio Vitier, “Juan Marinello pudo sorprender el parentesco de Santa Teresa y Martí”[3] y sus “afinidades estilísticas […][4] en un memorable ensayo”,[5] “Españolidad literaria de José Martí”.[6] Véase, además, el ensayo de C. Vitier: “Santa Teresa como escritora” (1966), Obras 4. Crítica 2, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2001, pp. 75-91.

[Tomado de OCEC, t. 8, p. 234. (Nota modificada por el E. del sitio web)].


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] JM: “El centenario de Calderón. Últimas nuevas”, La Opinión Nacional, 28 de junio de 1881, OCEC, t. 8, p. 131.

[2] JM: “Cuaderno de apuntes no. 14” [1886-1887], OC, t. 21, p. 342; “El millonario Stewart y su mujer”, El Partido Liberal, México, 12 de noviembre de 1886, OCEC, t. 24, p. 286; y los artículos “Albertini y Cervantes” y “Los cubanos de Jamaica y los revolucionarios de Haití”, Patria, Nueva York, 21 de mayo de 1892, no. 11, p. 2 (OC, t. 4, p. 413) y 31 de marzo de 1894, no. 105, p. 2 (OC, t. 3, p. 105). (N. del E. del sitio web).

[3] Cintio Vitier: “Discurso en la ceremonia de investidura de Doctor Honoris Causa por la Universidad Central de Las Villas” (28-12-1999), Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1999, no. 22, p. 432.

[4] “El estilo de Martí, sin antecedentes americanos, […] viene tamizado desde las más lejanas fuentes del idioma. Con su elocuencia recia y fulgurante, sus certeros arcaísmos que le confieren tanta gracia, con su simplicidad de poeta prístino que le ha dado el rigor del despojamiento y hace de su estrofa brillante una gema límpida, solo podemos encontrarle raíces en lo más profundo de Santa Teresa, su hermana monja. Martí, escritor, orador, poeta, es tan inmenso como Martí patriota”. (Juana de Ibarbourou: “La poesía de Martí”, Memoria del Congreso de Escritores Martianos (febrero 20 al 27 de 1953), La Habana, Publicaciones de la Comisión Nacional Organizadora de los Actos y Ediciones del Centenario y del Monumento de Martí, Imprenta Úcar, García, s. a., La Habana, 1953, pp. 632-637).

[5] Cintio Vitier: “Palabras de bienvenida”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2001, no. 24, p. 41.

[6] Juan Marinello: “Lo teresiano”, en “Españolidad literaria de José Martí” (1941), 18 ensayos martianos, La Habana, Ediciones Unión y Centro de Estudios Martianos, 1998, pp. 63-68.