Rufino José Cuervo (1844-1911)
Filólogo y erudito colombiano, miembro correspondiente de la Real Academia Española y miembro de la Academia de la Lengua en su país. Educado en el colegio de su hermano Antonio Cuervo, se dedicó con preferencia los estudios filológicos. En 1882 se trasladó a París, donde residió hasta su muerte. Fue continuador de la obra de Andrés Bello, de cuya gramática hizo una edición crítica: Notas a la gramática de Bello (1874), considerada por algunos más valiosa que la propia obra de su antecesor.
Buen conocedor de la colección Rivadeneyra, basó en ella sus investigaciones. Se afirma que, en realidad, ha sido poco reconocida la erudición, profundidad y trascendencia de los estudios de Cuervo. Su estilo de análisis psicológico-gramatical solo encuentra precedentes en los alemanes Offrido Müller y Boppy Curtius, y en los españoles P. Hervás, P. Garcés y Juan Mir. Gracias a él, Colombia fue valorada cuna de la lingüística hispanoamericana.
Cuervo empleó largos años en la elaboración de su monumental Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, publicado en París (1886-1893), que nunca consideró terminado y solo fue editado hasta la letra D. En el Diccionario expone la evolución de la lengua desde sus inicios, ilustrada con indicaciones etimológicas. Colaboró con Miguel Antonio Caro en la elaboración de la elogiada Gramática Latina (1862).
Su obra más reeditada y consultada como referencia científica, es, sin dudas, Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano (1867-1872), un clásico dentro de la dialectología hispanoamericana. Antes de morir, Cuervo preparaba una nueva edición de sus Apuntaciones que contuviese la evolución del habla popular en España y América, además de sus relaciones con el lenguaje literario. Otra de sus obras notables fue Disquisiciones sobre la antigua pronunciación y ortografía castellana, donde estableció las bases de la fonética histórica del español. En el campo de la crítica literaria realizó un estudio sobre El maestro Diego de Hojeda y La Cristiada. Al morir, sus manuscritos inéditos pasaron a la Biblioteca Nacional de Bogotá y han sido, posteriormente, publicados por el Instituto Caro y Cuervo.
Se conoce que José Martí apreciaba muy favorablemente la obra del estudioso colombiano. En el artículo “Libros de hispanoamericanos, y ligeras consideraciones”, publicado en La América (julio de 1884), Martí alude al entonces anunciado Diccionario de construcción y régimen, y califica al autor como “notabilísimo filólogo”, “un verdadero filósofo del idioma”.[1] Se ratifica la estima martiana en otro texto acerca de los Estudios críticos de Rafael M. Merchán, escrito para La Estrella de Panamá (9 de junio de 1887), donde se refirió a las Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano de Cuervo como un “precioso libro”.[2]
[Tomado de OCEC, t. 12, pp. 277-278. (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web)].