Revolución francesa. Proceso político y social desarrollado en Francia entre 1789 y 1799. Sus principales consecuencias fueron el derrocamiento de Luis xvi, la abolición de la monarquía en Francia y la proclamación de la República. Los ideales de la Revolución, “seno sangriento de que nació el espíritu moderno”,[1] resumidos en sus principios “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, integraron los programas de las reformas liberales de Francia y Europa durante el siglo xix, también sirvieron de ejemplo a las naciones latinoamericanas independizadas en ese mismo siglo, y todavía hoy se consideran las bases de la democracia.[2] Véase el estudio de Paul Estrade: “José Martí y la Revolución francesa”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1988, no. 11, pp. 175-186; Martí en su siglo y en el nuestro, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2008, pp. 89-104.

[Tomado de OCEC, t. 13, p. 247. (Nota modificada por el E. del sitio web)].


Nota:

Véase Abreviaturas ysiglas

[1] JM: “Notable número del Mensuario de Ciencia Popular, La América, Nueva York, OCEC, t. 19, p. 143.

[2] “La Revolución [francesa], que parece que con un brazo colosal sacude al mundo, lo alza y lo deja, en la montaña que remata en la síntesis eterna, en un lugar más alto que el que antes de la Revolución ocupaba el mundo de los hombres. Esa es la lucha moderna: la lucha entre los espíritus medrosos, que incapaces de sufrir la luz de un sol más vivo que aquel a que están habituados, quieren volver a sus covachas de antaño,—y los espíritus bravos y juveniles, a quienes no hace mal la luz del sol”. (JM: “Sección constante”, La Opinión Nacional, Caracas, 21 de abril de 1882, OCEC, t. 13, p. 39).