Revista Universal de Política, Literatura y Comercio. Salía diariamente, salvo los lunes. Cuando en marzo de 1875, José Martí empezó a colaborar en ella, su cuerpo de redacción estaba formado por Guillermo Prieto —que con el seudónimo de Fidel publicaba sus “Charlas domingueras” de carácter costumbrista—, licenciado Francisco Hernández y Hernández, Gustavo G. Gostkowsky, licenciado Justo Mendoza, licenciado Eduardo Ruiz, licenciado Eufemio Mendoza, licenciado Manuel Peniche, Tomás Mendoza, Francisco P. de Urquidi, J. Francisco Zamacona; parte científica y literaria, licenciado Ignacio Ramírez y Alberto Samson; sección agrícola, Juan A. Berthier y Antenor Lescano; gacetilla, Juan de Dios Peza. El redactor y propietario era José Vicente Villada y el administrador Agapito Piza, quien posteriormente se hizo cargo de las gacetillas “Ecos de todas partes”, en sustitución de Juan de Dios Peza.

     La redacción de la revista estaba en San Francisco 13 (hoy Madero), casi frente a la Plazuela de la Guardiola. En la lista de colaboradores figuraban Ignacio M. Altamirano, Carlos D. Curtis, Gerardo Silva, Manuel M. Flores, Enrique Olavarría, Gabino Ortiz, J. María Romero, Ramón Becerra Fabre, Gonzalo Esteva, José P. Rivera —quien escribía bajo el seudónimo de Pílades—, entre otros.

     Martí fue presentado a Villada por Manuel A. Mercado y Antenor Lescano, emigrado de Cuba y redactor de la revista, aunque algunos afirman que fue llevado por Pedro Santacilia. Su primera colaboración firmada —el poema “Mis padres duermen”, escrito con motivo del fallecimiento de su hermana Ana— apareció en el número 55, de 7 de marzo de 1875. La reciente identificación de una crónica publicada el 2 de marzo, bajo la firma de El Corresponsal,[1] sitúa unos días antes la fecha de su primera colaboración en la revista, donde, a partir de entonces, no dejó de publicar poemas, corresponsalías, artículos y boletines parlamentarios. Al decir de sus compañeros de redacción Peza y Prieto, era el primero en llegar y el último en abandonar la redacción, donde escribió eventualmente desde editoriales hasta gacetillas de las secciones “Ecos de todas partes” y “Correo de los teatros”.

     En la Revista Universal publicó Martí su traducción de Mes fils de Víctor Hugo, en entregas de folletín, desde el 12 de marzo de 1875.[2] A partir de mayo de este año su nombre figura ya en el cuerpo de redacción y empieza a publicar sus boletines de Orestes, donde comenta los asuntos internos de México. El 30 de noviembre de 1875 salió su último boletín, “La escuela de sordomudos”, y a partir de entonces continuó escribiendo principalmente como crítico de arte, pintura, poesía y teatro.

     La revista apoyó en todo al gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada y la política de la Reforma —separación de la Iglesia y el Estado, restricción de los fueros eclesiásticos, nacionalización de los bienes de la Iglesia, enseñanza laica, cierre de los conventos—, y se hizo eco de los debates que tuvieron lugar en torno a la Ley Orgánica sobre las Reformas Constitucionales, que elevaban a rango constitucional las leyes de la Reforma. También combatió a diario las gavillas de los llamados “religioneros” que asolaban el país, instigados indirectamente por el clero reaccionario y los partidos de oposición. Una de las medidas que más se debatieron fue la salida de México de las Hermanas de la Caridad. La revista comentó esta medida y distinguió en sus artículos y editoriales —que iban desde la posición jacobina de Dantón a la conciliadora de Guillermo Prieto— el respeto que le merecía la religiosidad pura y también su utilización con fines políticos. Polemizó en sus gacetillas satíricas y festivas con la prensa clerical de la época —El Pájaro Verde, La Voz de México, entre otros—.

     En las polémicas que sostuvo Martí con La Colonia Española, de Adolfo Llanos Alcaraz, periódico españolizante e intransigente en la cuestión de Cuba, o con La Iberia, de Anselmo de la Portilla, diario de la colonia española radicada en México, de orientación conservadora y de posiciones políticas retrógradas con respecto a la independencia de Cuba, la revista lo apoyó totalmente, al considerar que dicha cuestión lo era de la América toda.

     Con el triunfo de las fuerzas porfiristas en la batalla de Tecoac, Oaxaca, el 16 de noviembre de 1876, la Revista Universal tuvo que dejar de salir. Su último número fue el del 19 de noviembre de 1876. Al día siguiente partió de México el presidente Lerdo de Tejada con algunos de sus ministros y partidarios, entre quienes se encontraba el director de la revista, José Vicente Villada.

Véase el estudio de Ana María Álvarez Sintes: “José Martí: ¿un gacetillero anónimo en la Revista Universal?”, El periodismo como misión, compilación y prólogo de Pedro Pablo Rodríguez, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial Pablo de la Torriente, 2012, pp. 31-50.

(Tomado de OCEC, t. 1, pp. 314-315).

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Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] El Corresponsal [José Martí]: “Extranjero. Cartas de París”, Revista Universal, México, 2 de marzo de 1875, OCEC, t. 3, pp. 15-18.

[2] Véase en OCEC, t. 20, pp. 15-32. El prólogo de José Martí titulado “Traducir Mes fils” (OCEC, t. 20, pp. 11-14), que antecede a su traducción fue publicado en la Revista Universal, México, el 19 de mayo de 1875.