Genio marino encargado por Poseidón de cuidar los rebaños de focas. A cambio debía conocer el pasado y avizorar el futuro, pero sin poder comunicarlo a nadie, a no ser que fuera sorprendido atado mientras dormía a orillas del mar. Sin embargo, para escapar de la curiosidad ajena, Proteo tenía, además, la facultad de adoptar las formas más inimaginables.