Por Melissa Martín
El sábado 26 de abril tuvimos el enorme placer de recibir en la Casa a la escritora, traductora, crítica y poeta argentina Marisa Martínez Pérsico y a parte del equipo de la editorial matancera Ediciones Vigía, entre quienes se encontraban el joven poeta Pablo G. Lleonart, editor de dicho sello, y la destacada barda Laura Ruiz Montes.
Martínez Pérsico (Loma de Zamora, Buenos Aires, Argentina, 1978) se encontraba en Cuba para participar como jurado del prestigioso Premio Literario Casa de las Américas en la categoría de Poesía, así como para asistir a la edición 40 del Festival de Ediciones Vigía. Mas su vínculo con la Isla empezó cuando contaba solo 17 años, en 1995, al recibir un premio de ensayo literario otorgado por la UNESCO en el año del centenario de la caída en combate del Apóstol José Martí, el cual incluyó una breve estancia en La Habana.
Esta anécdota la contó el matancero Lleonart, nacido en Matanzas en 1995, quien no perdió la ocasión de anotar que, probablemente, mientras Marisa realizaba un viaje trascendental en su vida, que le impulsó a decidirse por la carrera de Letras; en la Atenas de Cuba su madre estaría dando señales de parto cercano y él a punto de llegar a este mundo. Pablo deja fluir lo que algunos prefieren llamar «naturaleza supersticiosa», otros casualidades, y Marisa denominó «azar concurrente».
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Esa tarde presentamos la edición manufacturada de antología Poemas sin lilas (selección poética), editada por Vigía, y que recoge en total 16 poemas de la argentina, entre los cuales resalta la mirada a la belleza de lo minúsculo en «Historia de una perla», y su reflexión personal sobre la guerra en «Francotiradores de Sarajevo», que Martínez considera resultado de una «emoción diferida», en tanto refiere acontecimientos que vivió en su infancia y sobre los cuales reflexionó pasados más de veinte años.
En el segundo momento de la tarde se presentó la antología Plan para matar al emperador. Muestra de joven poesía cubana, compilación editada por Menoscuarto Ediciones. Reunida por el poeta y escritor cubano radicado en España, Sergio García Zamora, es un recorrido por las voces de 22 jóvenes poetas cubanos residentes en Cuba y el exterior.
Casi todos los poemas fueron escritos por jóvenes bardos villaclareños que participaron en el taller de escritura Los compiradores, que desarrollaba el compilador en su natal Villa Clara. Se trató de la primera presentación oficial del libro en Cuba, en el cual Lleonart hace presencia, entre otros, con el poema «Zapatos», que leyó en nuestro centro. El matancero aprovechó la ocasión para agradecer «infinitamente» a García Zamora por haber pensado en él, que realmente no formó parte de esos talleres.
Presentar libros de Vigía en nuestro centro obliga a tocar la vena del recuerdo y la gratitud, pues el sello matancero ha editado la poesía de Fina García Marruz en no pocas ocasiones. De ello dan fe los ejemplares conservados por la poeta en su biblioteca personal.
Fue una tarde emotiva y de encuentros entrañables, de la cual nos quedó fijada en la memoria una hermosa sentencia de Pablo: «lo malo de la poesía es que anima a leer más poesía».
