Máximo Gómez Báez; El Generalísimo (1836-1905)

Generalísimo del Ejército Libertador de Cuba. Nació en Santo Domingo, se hizo militar y estuvo al servicio del ejército colonial. Al triunfo de la revolución restauradora en su país, llegó a Cuba como comandante del ejército español. Renunció al servicio de las armas coloniales y se estableció en Bayamo. Incorporado a la Guerra de los Diez Años, ocupó altas responsabilidades militares que incluyeron la Secretaría de la Guerra. Tras el Pacto del Zanjón, vivió fuera de la Isla y organizó un movimiento patriótico en 1884, el plan San Pedro Sula, fracasado en 1886. En esa época conoció a José Martí. Años más tarde, durante los preparativos para la Guerra de Independencia, fue invitado por Martí a participar en ellos; y, elegido General en Jefe del Ejército Libertador, su actividad resultó decisiva en la organización de la contienda.
Con el título de “El general Gómez”, Martí publicó un artículo sobre el héroe de la batalla de Las Guásimas, para encumbrar la memoria del “guerrero incapaz de mancillar con el interés la grandeza excepcional de su corazón”.[1] El 10 de abril de 1894 al tiempo que saludaba al General a su llegada a Nueva York con su hijo Panchito, conminaba a los cubanos revolucionarios: “Amemos al americano pensador, al guerrero generoso, al tierno padre”.[2]
En carta a su amigo, el general Serafín Sánchez le confesaba: “He visto al General grande y bueno, y digno de su obra, y yo no me le apego con el regaño interior de la conveniencia pública, que protesta y sonríe, sino con tierno y largo cariño. Lo he visto hasta lo hondo, y no he hallado más que grandeza”.[3]
Véase la nota biográfica dedicada al general Máximo Gómez. (OCEC, t. I, pp. 300-301).
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] JM: “El Delegado en New York”, Patria, Nueva York, 1o de noviembre de 1892, no. 34, p 3; OC, t. 2, p. 175.
[2] JM: “El general Máximo Gómez en New York”, Patria, Nueva York, 10 de abril de 1894, no. 107, p. 1; no aparece en OC.
[3] JM: “Carta al general Serafín Sánchez”, [Nueva York, 18 de abril de 1894], EJM, t. IV, p. 117.