María Salustiana Martí Pérez; Ana (1856-1875)
Hermana más afín de José Martí, llamada familiarmente Ana, aficionada a la pintura y a la poesía. Nació en La Habana, el 8 de junio de 1856. Fue novia del pintor mexicano Manuel Ocaranza Hinojosa, amigo de Manuel Mercado y Martí. Falleció en México, el 5 de enero de 1875 a los dieciocho años de edad, de una enfermedad orgánica del corazón y angustiada por la ausencia prolongada de su novio, en París, donde seguía estudios de pintura. En su certificado de defunción aparece registrada con el nombre de Mariana Matilde.
Martí le dedicó dos emotivas elegías a su hermana adorada,[1] en la Revista Universal, “[Mis padres duermen]” y “[Amiga: yo esperaba]”, el 7 de marzo y el 6 de junio de 1875. Véase, además, la carta rimada “[Linda hermanita mía]”, que su hermano le envió desde el destierro español. En Ana, “detenida un poco antes de morir, sonreída y afable”,[2] se inspiró Martí para la creación del personaje homónimo de la novela Amistad funesta [Lucía Jerez],[3] y algunos autores como Ezequiel Martínez Estrada[4] piensan que, probablemente, sea la Elmira del poema dramático Abdala.[5] En las cartas de Martí a Mercado[6] se reiteran las alusiones a su hermana, que “nació con flores en la frente”.[7]
[Tomado de OCEC, t. 15, p. 292. (Nota biográfica modificada por el E. del sitio web)].[8]

Que lleve más, llevaré
La copia que hizo el pintor
De la hermana que adoré”.
(JM: “Poema VI”, Versos sencillos, Nueva York, 1891, OCEC, t. 14, p. 308).
[2] Fina García Marruz: “Un domingo de mucha luz”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1988, no. 11, p. 278.
[3] “Porque aquella Ana era tal que, por donde ella iba, resplandecía. Y aunque brillase el sol […] alrededor de Ana se veía una claridad de estrella. Corrían arroyos dulces por los corazones cuando estaba en presencia de ella. Si cantaba, con una voz que se esparcía por los adentros del alma, como la luz de la mañana por los campos verdes, dejaba en el espíritu una grata intranquilidad, como de quien ha entrevisto, puesto por un momento fuera del mundo, aquellas musicales claridades que solo en las horas de hacer bien, o de tratar a quien lo hace, distingue entre sus propias nieblas el alma. Y cuando hablaba aquella dulce Ana, purificaba”.
(JM: Amistad funesta [Lucía Jerez] (El Latino-Americano, Nueva York, 15 de mayo-15 de septiembre de 1885), OCEC, t. 22, p. 242).
[4] Ezequiel Martínez Estrada: Familia de Martí, La Habana, Editorial Nacional de Cuba, Cuadernos de la Casa de las Américas, 1962, p. 10.
[5] JM: “Abdala”, La Patria Libre, La Habana, 23 de enero de 1869, OCEC, t. 1, pp. 22-33.
[6] “Le cedo para siempre [a Manuel Ocaranza] el retrato de Ana, porque creo que merece tenerlo.
—¡Ay! ¡desgraciadamente es verdad que los que se mueren no se vuelven a ver! ¡Quién ha de llevar, en interminable libro de cuentas, tantas vidas de hombres!” (JM: “Carta a Manuel Mercado”, Guatemala 8 de marzo [de 1878], OCEC, t. 5, p. 232).
“Pero ahora supe, por carta del fidelísimo Heberto, que Ocaranza ha muerto. Salió a los labios, en versos que le envío, todo el amor dormido en mi alma. Mi hermana, y V., y su casa, y su tierra llenan esos versos en que no se habla de ellos. […] ¡Con qué triste ternura miro ahora aquel bosquejo suyo del bosque de Chapultepec, que ha ido paseando por unas y otras tierras mi fidelidad, y el mérito del más original, atrevido y elegante de los pintores mexicanos!—¿Qué habrá sido, Mercado, de aquel bosquejo de cuerpo entero de mi hermosa Ana que una vez vi en su cuarto? ¿A qué manos irá a dar si no es a las de V., en que sea tan bien estimado como en las mías? Dígame qué es del cuadro, y si podría yo tenerlo. ¡Qué regalo para mis ojos, si pudiera yo ver constantemente ante ellos aquella esbelta y amante figura! Me parecería que entraba en posesión de gran riqueza”. (JM: “Carta a Manuel Mercado”, Nueva York, 11 de agosto [de 1882], OCEC, t. 5, pp. 340-341).
“No me ha querido mandar ningún esbozo de Ocaranza para mi cuartel de invierno:—¡Bien pudiera, con estos que van y que vienen, y lo quieren a V. tanto: ni olvide aquel retrato de Ana!” (JM: “Carta a Manuel Mercado”, Nueva York, 30 de agosto de 1883, OCEC, t. 17, p. 368).
“¡Con que gusto va a leer mamá la carta de Lola! De Vds. y de México hablábamos todos los días durante su brevísima visita. Y había V. de ver el arranque de corazón con que decía que sí cuando le preguntábamos si volvería con gusto a México. ¡Ni cómo puede dejarse de volver con gusto adonde se padeció, se fue amado, y se tiene una muerta!: uno muerta que no olvido jamás, y en el retrato que V. me regaló—ve de cerca todos mis trabajos”. (JM: “Carta a Manuel Mercado”, [Nueva York, 17 de febrero de 1888], OCEC, t. 28, p. 229).
—“¿Cómo he de olvidar yo que por V. tiene sepultura mi hermana,—que por Vd. hallé trabajo a las pocas horas de llegar a México, mísero y desconocido?” (JM: “Carta a Manuel Mercado”, [Nueva York, agosto de 1891], Correspondencia a Manuel Mercado, compilación y notas de Marisela del Pino y Pedro Pablo Rodríguez, introducción de Cintio Vitier, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2003, p. 333).
[7] JM: “[Mis padres duermen]”, Revista Universal, México, 7 de marzo de 1875, OCEC, t. 15, pp. 66.
[8] Bibliografía:
- Camilo Carrancá y Trujillo: Ana Martí. Noticias de su muerte, México, Imprenta Mundial, 1934.
- “Breve como Ana”, Nosotros, La Habana, febrero de 1991. Amor entre Ana Martí y el pintor mexicano Manuel Ocaranza.
- Luis García Pascual: “La familia de José Martí”, Opus Habana, La Habana, 2001, no. 15, pp. 56-59.
- Ramiro Valdés Galarraga: José Martí, sus padres y sus siete hermanas, La Habana, Editorial José Martí, 2002, pp. 93-102.
- Luis Hernández Serrano: “Almas ardientes”, Juventud Rebelde, 19 de mayo de 2002. Martí en Leonor y en Ana. Carta rimada para Ana. Las hermanas de Martí.
- José Martí: documentos familiares, compilación y notas de Luis García Pascual, La Habana, Ediciones Abril, 2008, pp. 347-357.