Manuel Justo de Rubalcava (1769-1805)

Nació en Santiago de Cuba el 9 de agosto de 1769, donde también murió, el 4 de noviembre de 1805. Amigo y admirador de Zequeira, como este mismo peleó en Santo Domingo, aunque pronto dejó de ser militar. Excepto algún viaje a Puerto Rico, su existencia transcurrió mayormente en su ciudad natal, y como su propia obra, hoy se nos presenta envuelta en una voluntaria sombra. Aunque al parecer Rubalcava (quien también pintaba y esculpía) fue un escritor prolífico, le prestó a esta labor tan poco cuidado que, no mucho después de su muerte, su producción literaria se encontraba dispersa e incompleta.

     Paradójicamente, lo que más cuidó fue su poema semidramático “La muerte de Judas”, que hoy nos interesa poco, pues sorprende más, en lo que nos ha llegado de sus versos —los cuales se dice nunca pulía—, la autenticidad de su lirismo, que sobrepasa la retórica epocal en mayor medida que la de su igualmente prolífico amigo Zequeira. Lo criollo adquiere en él matices de mayor sutileza y finura cuando logra escapar a la imitación, más o menos correcta, de modelos hispánicos. No obstante, fuera de las pocas muestras conocidas, la mayor parte de su quehacer queda como una gran interrogante.  

     Incluso se llegó a dudar de que fuese el autor de la “Silva cubana”,[1] pero Fina García Marruz y Cintio Vitier descubrieron una “Oda” publicada en el Papel Periódico de la Havana[2] en 1796 y firmada por El Selvage, que guarda similitudes muy señaladas con dicho poema, y prácticamente echaron por tierra los argumentos de más peso utilizados para negarle la paternidad a Rubalcava, y que provenían de haber aparecido la mencionada silva en 1833, dentro de una colección de poesías, con la fecha de creación de 1829 (cuando ya él había muerto) y bajo la autoría de un tal doctor Crea.

[Tomado de Poesía cubana de la colonia, selección, prólogo y notas de Salvador Arias, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2002, p. 21. (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web)].

     Otro texto relacionado:

  • Fina García Marruz: “Manuel Justo de Rubalcava”

    (Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, enero-abril de 1970), Hablar de la poesía, La Habana, Editorial de Letras Cubanas, 1986, pp. 302-325


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] “De este poema […] puede decirse que es la continuación, más lenta, rica y voluptuosa, como pasando las palabras por el paladar, de la cornucopia frutal cubana iniciada por [Sivestre de] Balboa dos siglos antes”. (Cintio Vitier: “[Manuel Justo de Rubalcava]”, “Segunda lección. Condiciones estéticas en que se inicia nuestra poesía. El marco bucólico y la visión arcádica. Ganancias de la silva descriptiva”, Lo cubano en la poesía (1958), en Lo cubano en la poesía. Edición definitiva, prólogo de Abel E. Prieto, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1998, p. 50).

[2] Véase Alina Gutiérrez Grova: “El Papel Periódico de la Havana, primer programa ilustrado”, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, 2003, número dedicado a Fina García Marruz.