La Bayamesa (Himno de Bayamo) es el Himno Nacional de Cuba. Su melodía la compuso, sin lugar a dudas, Pedro Figueredo, Perucho. Pero en relación con su letra, a contrapelo del relato popular, de manifiesto aliento épico y mítico, que dice haber sido escrita por Perucho Figueredo, en un rapto de inspiración montado en su caballo Pajarito, bajo el apremio del pueblo bayamés, el 20 de octubre de 1868, cada día cobra más fuerza la idea de que fue hecha meses antes por Isabel Vázquez, esposa del patriota oriental, como se sabe a partir de los testimonios de sus hijos Ángel y Blanca Figueredo Vázquez, en carta del 19 de junio de 1900, que Fernando Figueredo Socarrás, sobrino de Perucho, publicó en el periódico La Lucha, el 11 de julio de ese propio año.[1] El arreglo para instrumentos lo hizo el maestro Manuel Muñoz Cedeño. Se le llamó originalmente La Bayamesa, por haber sido compuesto y tocado por primera vez en Bayamo y como referencia a la ya conocida marcha La Marsellesa de la Revolución francesa.

     El jueves 11 de junio de 1868, en la Iglesia Mayor de Bayamo, durante un solemne Te Deum con motivo de las festividades del Corpus Christi y ante la presencia de altas personalidades del gobierno colonial español y de un gran número de fieles de la localidad, se oyeron por primera vez en forma pública las notas de este himno. Poco más de un mes después, el 24 de julio, día de la celebración de Santa Cristina, en una reunión en la casa de Perucho Figueredo, a la que asistieron los principales conspiradores de la región, el autor de la música ejecutó en el piano la pieza y su esposa, Isabel Vázquez, interpretó la letra.

     El 10 de octubre de 1868, comenzó con el Grito de Yara, la Guerra de los Diez Años. El día 18 de octubre, se inició la toma de Bayamo y a las 11 de la noche del día 20, se firmó la capitulación de las fuerzas españolas. En honor a este día, el 20 de octubre, se celebra en Cuba el día de la Cultura Nacional. Con la toma de Bayamo comenzó a difundirse este himno, que coexistió en el tiempo con otras marchas épicas como el Himno holguinero, compuesto en 1870, y el Himno de Las Villas, de 1874. En un proceso paulatino, el pueblo cubano lo asumió como su llamado a la lucha heroica en busca de la libertad de la patria.

     Es un himno de combate, surgido en la antesala de la lucha revolucionaria contra el poder de la metrópoli española. Llama a defender la Patria en el combate y ofrendar la propia vida en busca de la ansiada libertad.

     Letra

     La letra actual del himno es la siguiente:

¡Al combate corred bayameses,
que la Patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa,
que morir por la patria, es vivir!

En cadenas vivir, es vivir,
En afrenta y oprobio sumidos.
Del clarín escuchad el sonido,
¡A las armas valientes corred!

 

     Estrofas eliminadas

     Originalmente el himno contaba con seis estrofas. Las últimas cuatro estrofas fueron excluidas en 1902. En primer lugar, porque hería el orgullo de los españoles. Además, no era bien visto que en la letra del himno de una nación no se respetara a otra. Otro aspecto importante es que era demasiado largo comparado con la mayoría de los himnos.

     Las cuatro estrofas, que seguían a las anteriores, eran:

No temáis; los feroces íberos
son cobardes cual todo tirano
no resisten al bravo cubano;
para siempre su imperio cayó.

¡Cuba libre! Ya España murió,
su poder y su orgullo ¿do es ido?
¡Del clarín escuchad el sonido
¡¡a las armas!!, valientes, corred!

Contemplad nuestras huestes triunfantes
contempladlos a ellos caídos,
por cobardes huyen vencidos:
por valientes, supimos triunfar!

¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido.
¡Del clarín escuchad el sonido,
¡¡a las armas!!, valientes, corred!

     Música

     En 1897, Emilio Agramonte[2] le envía a Antonio Rodríguez Ferrer[3] la línea melódica del Himno, y este la orquesta y da a conocer esta nueva versión en 1898. En 1940 se aprueba la Constitución de la República, y en sus páginas queda recogido como oficial Himno nacional, el creado por Perucho Figueredo, según la instrumentación realizada por Rodríguez Ferrer. Como aún seguían existiendo distintas armonizaciones, las cuales diferían en mayor o menor medida del original, en 1983, el investigador y musicólogo Odilio Urfé presentó una ponencia a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la que propuso la versión actual (y definitiva) del himno.

[Tomado de Wikipedia y Radamés Giro: Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, La Habana, Letras Cubanas, 2009, pp. 106-107. (Nota modificada por el E. del sitio web)].

Otros textos relacionados:

  • JM: “El Himno de Figueredo, y el acompañamiento de Agramonte”, Patria, Nueva York, 25 de junio de 1892, no. 16, p. 3. (No aparece en la edición de las Obras completas).
  • Fernando Figueredo Socarrás: “Himno de Bayamo. Los versos”, La Lucha, La Habana, 10 de julio, 1900.
  • Enrique Gay-Calbó: Las banderas, el escudo y el himno de Cuba, Sociedad Colombista Panamericana, La Habana, 1956.
  • Yamila González y Paloma González: “Música y letra del himno nacional. Reflexiones sobre su autoría”. Disponible en: https://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/10/ 25/musica-y-letra-del-himno-nacional-reflexiones-sobre-su-autoria/amp/
  • Eusebio Leal Spengler: “La Bayamesa: un canto al decoro”, Cuba, prendida del alma, La Habana, Ediciones Boloña, 2018, pp. 151-155.
  • Jesús Gómez Cairo: “Breve historia del himno nacional de Cuba. 150 aniversario de La bayamesa. Himno patriótico cubano. 20 de octubre de 2018”, 2ª. ed. corregida y aumentada, La Habana, Ediciones Museo de la Música, 2018.
  • Eduardo Torres-Cuevas: “La trascendencia de las ‘Bayamesas’: la canción romántica y el himno patriótico”, Cubadebate, 19 de octubre de 2018, La Habana. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/ especiales/2018/10/19/la-trascendencia-de-las-bayamesas-la-cancion-romantica-y-el-himno-patriotico/amp/
  • Asamblea Nacional del Poder Popular: “Ley No. 128/2018. Ley de los Símbolos Nacionales de la República de Cuba”, Gaceta Oficial de la República de Cuba, La Habana, no. 71 Ordinaria, 19 de septiembre de 2019.
  • Pedro de Jesús: “La historia y la verdad. Otra vez sobre el himno La bayamesa”, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, quinta época, año 113, La Habana, enero-junio de 2022, no. 1, pp. 75-85.

Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] También Carlos Manuel de Céspedes y de Céspedes, hijo del Padre de la Patria y esposo de una de las hijas de Figueredo, testimonió por escrito que la autora de la letra era Isabel Vázquez, su suegra. Véase, al respecto, el estudio de Pedro de Jesús: “La historia y la verdad. Otra vez sobre el himno La bayamesa”, publicado en la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, quinta época, año 113, La Habana, enero-junio de 2022, no. 1, pp. 75-85.

[2] Véase JM: “El Himno de Figueredo, y el acompañamiento de Agramonte”, Patria, Nueva York, 25 de junio de 1892, no. 16, p. 3. (No aparece en la edición de las Obras completas).

[3] De acuerdo con Pedro de Jesús en el artículo antes citado, al músico Antonio Rodríguez Ferrer debería reconocérsele “en el articulado de la Ley de Símbolos Nacionales la autoría de la introducción, la armonización e instrumentación de la pieza tal como ha trascendido. Es lamentable que el nombre de este artista solo aparezca en la partitura que se anexa a la norma jurídica, en franca omisión de las recomendaciones del musicólogo y director del Museo Nacional de la Música, Jesús Gómez Cairo (2018), vertidas en un folleto meses antes de promulgarse la ley: ‘Es […] ineludible ponderar enfáticamente el nombre y las acciones de José Antonio Rodríguez Ferrer en esa historia, donde muy poco aparece y como deslizado, a pesar de la enorme significación de su labor como músico en la configuración definitiva de nuestro himno nacional’”. (“La historia y la verdad. Otra vez sobre el himno La bayamesa”, ob. cit., pp. 77-78).