Juan Fraga Delgado (1838-1899)

Nació en San Antonio de las Vegas, La Habana, el 12 de julio de 1838. Perseguido por las autoridades españolas por conspirar contra el colonialismo, tuvo que huir hacia los Estados Unidos y finalmente radicarse en Brooklyn. Allí ganó el sustento como tabaquero, oficio que le permitió con el tiempo establecer un pequeño taller, y se asoció con Ángel García Milanés, quien más tarde fuera uno de los primeros comisionados de José Martí a Cuba, a principios de agosto de 1892.

     Por iniciativa propia, reunió a un grupo de compatriotas y fundó el club Los Independientes el 16 de junio de 1888, génesis del Partido Revolucionario Cubano (PRC), del que fue elegido presidente, durante algunos años, por el voto unánime de los integrantes. El club tenía como único objetivo mantener a los cubanos integrados sólidamente en el amor a la patria, y a la vez ir allegando fondos para cuando estallase la guerra en Cuba. En New York organizó reuniones, mítines en los que hacía uso de la palabra; colaboró con Martí en la fundación del PRC y al crearse un Cuerpo de Consejo del Partido en New York fue elegido presidente por su prestigio y honestidad, cargo que desempeñó desde 1892 hasta 1898, en que por razones de salud pidió no ser reelegido. Falleció en Brooklyn, el 2 de mayo de 1899.

     Martí decía “es un manojo de floretes la palabra de Fraga”[1] y se refirió a él como “el hombre de los esfuerzos silenciosos”.[2] En una velada organizada por el club Los Independientes, el 16 de junio de 1890, en Hardman Hall, Nueva York, el Maestro lo caracterizó así: “¿Quién no conoce a un hombre que anda por ahí, enjuto y atareado, con las señales del trabajo en las manos encallecidas; la levita larga, como la de un sacerdote; los ojos estudiosos y judiciales, como ojos que van sentenciando, y miran por sobre los espejuelos; la palabra sujeta y contundente, con un dejo que cae como la miel sobre los corazones, y una fuerza de rienda y de látigo? ¿Quién no lo ve, presente en todas partes, con su club en el corazón, sonriendo y sangrando por él, ganándole amigos por los que se allega con su virtud, triunfando de los tímidos, arrinconando a los reacios, escribiendo, a la cabecera de la agonía, cartas a los cuatro puntos del compás, solo feliz cuando el compañero leal le trae a la mesa de trabajo, enriquecida con el depósito del mes, la libreta de banco de Cuba? ¿Pues cuando toquen a botasilla, el hombre de la levita larga, como la de los sacerdotes, pondrá en manos de los héroes, nuevos o viejos, en manos de los héroes cordiales y honrados, la libreta de la patria!” (Anuario Martiano, Sala Martí de la Biblioteca Nacional, La Habana, 1969, no. 1, p. 327).

[Tomado de EM, pp. 99-100. (Nota modificada por el E. del sitio web)].

Otros textos relacionados:

  • María Caridad Pacheco: Juan Fraga. Su obra en la pupila de José Martí, La Habana, Editora Política, 1982.
  • Enrique H. Moreno Plá: “El Club Los Independientes”, Patria, La Habana, junio de1967, pp. 5-6.

Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] JM: “La proclamación”, Patria, Nueva York, 16 de abril de 1892, no. 6, p. 2. (No aparece en la edición de las Obras completas).

[2] JM: “En Filadelfia. En honor de Valdés Domínguez”, Patria, Nueva York, 5 de abril de 1894, no. 106, p. 2. (No aparece en la edición de las Obras completas).