Yo que vivo, aunque me he muerto, Soy un gran descubridor, Porque anoche he descubierto La medicina de amor.
Cuando al peso de la cruz El hombre morir resuelve, Sale a hacer bien, lo hace, y vuelve Como de un baño de luz.
Tomado de José Martí: Versos sencillos, Nueva York, 1891, Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2007, t. 14, p. 331.
[1] Véase el comentario de Cintio Vitier acerca del significado de este poema en el Debate abierto sobre temas martianos, un conversatorio en el que intervinieron, además, Roberto Fernández Retamar, Julio Le Riverend, Ángel Augier y José Cantón Navarro, con Luis Toledo Sande como moderador, en el marco del XIII Seminario Nacional Juvenil de Estudios Martianos, en la sede de la Academia de Ciencias de Cuba, el 27 de enero de 1984. [Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1984, no. 7, p. 369. (N. del E. del sitio web)].