Sueño con claustros de mármol
Donde en silencio divino
Los héroes, de pie, reposan:
De noche, a la luz del alma,
Hablo con ellos: de noche!
Están en fila: paseo
Entre las filas: las manos
De piedra les beso: abren
Los ojos de piedra: mueven
Los labios de piedra: tiemblan
Las barbas de piedra: empuñan
La espada de piedra: lloran:
¡Vibra la espada en la vaina!:
Mudo, les bese la mano.

Hablo con ellos, de noche!
Están en fila: paseo
Entre las filas: lloroso
Me abrazo a un mármol: “Oh mármol,
Dicen que beben tus hijos
Su propia sangre en las copas
Venenosas de sus dueños!
Que hablan la lengua podrida
De sus rufianes! que comen
Juntos el pan del oprobio,
En la mesa ensangrentada!
¡Que pierden en lengua inútil
El último fuego!: dicen,
Oh mármol, mármol dormido,
Que ya se ha muerto tu raza!”

Échame en tierra de un bote
El héroe que abrazo: me ase
Del cuello: barre la tierra
Con mi cabeza: levanta
El brazo, ¡el brazo le luce
Lo mismo que un sol!: resuena
La piedra: buscan el cinto
Las manos blancas: del soclo
Saltan los hombres de mármol! [1]

Tomado de José Martí: Versos sencillos, Nueva York, 1891, Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2007, t. 14, pp. 350-351.


Nota:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] “[…] la visión simbólica roza la alegoría, como en el grave y desnudo poema de los héroes, que tanto impresionó a Juan Ramón Jiménez; el poema de más recio blancor, y más puro en la grandeza, de nuestra lírica”. [Cintio Vitier: “Séptima lección. El arribo a la plenitud del espíritu. La integración poética de Martí”, Lo cubano en la poesía (1958), en Lo cubano en la poesía. Edición definitiva, prólogo de Abel Prieto, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1998, p. 205].