Tiene el leopardo un abrigo En su monte seco y pardo: Yo tengo más que el leopardo, Porque tengo un buen amigo.
Duerme, como en un juguete, La mushma[1] en su cojinete De arce del Japón: yo digo: “No hay cojín como un amigo”.
Tiene el conde su abolengo: Tiene la aurora el mendigo: Tiene ala el ave: ¡yo tengo Allá en México un amigo!
Tiene el señor presidente Un jardín con una fuente, Y un tesoro en oro y trigo: Tengo más, tengo un amigo.
Tomado de José Martí: Versos sencillos, Nueva York, 1891, Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2007, t. 14, p. 349.