Cuando me vino el honor
De la tierra generosa,
No pensé en Blanca ni en Rosa
Ni en lo grande del favor.

Pensé en el pobre artillero
Que está en la tumba, callado:
Pensé en mi padre, el soldado:
Pensé en mi padre, el obrero.

Cuando llegó la pomposa
Carta, en su noble cubierta,
Pensé en la tumba desierta,
No pensé en Blanca ni en Rosa.

Tomado de José Martí: “Poema XLI”,[1] Versos sencillos, Nueva York, 1891, OCEC, t. 14, p. 346.


Nota:

[1] Véanse, al respecto, “[Viejo de la barba blanca]” y “[Mi padre era español]”, Poemas en hojas sueltas y Versos libres, OCEC, tt. 16 y 14, pp. 199-200 y 246, respectivamente. (N. del E. del sitio web).