LOS DOS PRÍNCIPES[1]

Idea de la poetisa norteamericana Helen Hunt Jackson.

El palacio está de luto
Y en el trono llora el rey,
Y la reina está llorando
Donde no la pueden ver:
En pañuelos de holán fino
Lloran la reina y el rey:
Los señores del palacio
Están llorando también.
Los caballos llevan negro
El penacho y el arnés:
Los caballos no han comido
Porque no quieren comer:
El laurel del patio grande
Quedó sin hoja esta vez:
Todo el mundo fue al entierro
Con coronas de laurel:
—¡El hijo del rey se ha muerto!
¡Se le ha muerto el hijo al rey!

En los álamos del monte
Tiene su casa el pastor:
La pastora está diciendo
“¿Por qué tiene luz el sol?”
Las ovejas, cabizbajas,
Vienen todas al portón:

¡Una caja larga y honda
Está forrando el pastor!
Entra y sale un perro triste:
Canta allá adentro una voz—
“Pajarito, yo estoy loca,
¡Llévame donde él voló!”:
El pastor coge llorando
La pala y el azadón:
Abre en la tierra una fosa:
Echa en la fosa una flor:
—¡Se quedó el pastor sin hijo!
¡Murió el hijo del pastor![2]

[José Martí]

[La Edad de Oro, Nueva York, agosto de 1889]

Tomado de José Martí: La Edad de Oro. Edición facsimilar, ensayo y notas de Maia Barreda Sánchez, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2013, p. 45.[3]


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] The prince is dead.

[2] Véase el ensayo “Análisis de la obra poética” de José Antonio Portuondo, Anuario Martiano, La Habana, Sala Martí de la Biblioteca Nacional, 1974, no. 5, pp. 89-100. (N. del E. del sitio web).

[3] Puede consultarse también en OCEC, t. 15, pp. 170-171.