LA MUERTE DE HOMAGNO[1]


 

Pues no ha muerto ya otras veces?

     Sí, parece que muere, y lo cree él, y lo cree todo el mundo; pero resucita.

     Esta vez fue su muerte definitiva.

     Cerco en su torno. Este y aquel. Maravillas de grandeza y amor en esta escena. Desataron su cuerpo, como se desatan los lazos de cinta que envuelven una reliquia respetada, y salió volando (tropel de águilas blancas o un águila blanca), que conforme iba subiendo, iba creciendo y su sombra en la tierra producía las grandes maravillas del amor: el mundo vencido, establecido y alegrado en grandes ejércitos trabajados por el amor.

      Y no se entró el águila por el cielo; sino que al tocar en él, apuntó a él, y quedó como cielo de la tierra el alma de Homagno.

Tomado de José Martí: Fragmentos, OC, t. 22, pp. 40-41.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Jorge Lozano Ros considera que “la serie de poemas ‘Homagno’ de los Versos libres […] consta de cuatro poemas”: “[Homagno]”, “[Yugo y estrella]”, “‘[Homagno audaz]’, […] un poema en elaboración que tiene cuatro manuscritos” y “La muerte de Homagno”. (“Antorchas encendidas: imagen refulgente de la vigencia martiana”, Martillando, La Habana, abril-junio de 2022, no. 39, p. 2).