LA IBERIA[1]

     dice:

CASTELAR. —Según vimos en una correspondencia de Londres, el Sr. Castelar es corresponsal de seis periódicos de la América Española, de uno de Londres (The Hour), de uno de Nueva York (The Tribune) y de uno de París (Le Siècle).

     Para estos tres últimos escribe el Sr. Castelar en español y las redacciones se encargan de hacer las traducciones.

     ¡Y no falta quien diga que el eminente tribuno y escritor ha perdido su popularidad en el extranjero!”

     La popularidad literaria del Sr. Castelar es justamente estimada en todas partes; pero como la vida real de la época presente requiere una conducta sólida en los hombres a quienes admira, vése en esto la razón del descrédito absoluto en que el grande e inconsecuente orador ha caído en el extranjero.

     De su popularidad en la América del Sur, de la que Castelar se proclamaba con orgullo hijo adoptivo, porque la subsistencia del Sr. Castelar dependía de ella en gran parte; de su popularidad en la parte meridional de nuestro continente, donde se ha vendido la mayor cantidad de obras del orador español, buena cuenta pueden dar a La Iberia los periódicos de la América del Sur, “los mismos periódicos para quienes Castelar escribía, en muchos de sus números publicados durante el gobierno de Castelar” y después de él, acerca del orador y de sus actos.

     Doloroso, por lo perceptible, sería para La Iberia verse obligada a reconocer la impopularidad en que hoy no cree.

     El genio tiene menos derecho que nadie a ser apóstata, por lo mismo que es genio.

     Es inculpable el malvado que no conoce la extensión ni importancia de su crimen; es culpable el que las conoce por entero.—Esta elementalísima noción de derecho condena la vida política del Sr. Castelar.[2]

Revista Universal, México, 5 de junio de 1875.
[Mf. en CEM]

Tomado de José Martí: Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2001, t. 4, p. 173.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] No aparece en OC.

[2] Martí volvió sobre el tema, ante una respuesta de La Iberia a este suelto, en “Castelar y La Iberia. (OCEC, t. 1, pp. 268-269).