Me han dicho que hay dos ángeles Estremecidos, Que habitan de pasada Un pobre nido. Me han dicho que a la puerta Del caserío, Asoman los lobeznos De los caminos. Me han dicho que los ángeles, Desfallecidos, Tristes de no ver cielo, Lloran impíos. ¡No se corten las alas Los angelillos, Que cuando el cielo luzca No podrían ya volar del pobre nido!
[3] Lo fechamos en diciembre de 1881 porque se conservan dos cartas de sus hermanas, Amelia y Antonia, destinatarias del poema, fechadas en [La Habana, el 23 de diciembre de 1881], donde ellas acusan recibo del mismo. Véanse en DJM, pp. 108 y 109.
De acuerdo con Luis García Pascual, en nota al margen, “es notable, además, la relación del contenido de la carta que le dirigiera la madre, con fecha 18 de noviembre [de 1881], y los versos dedicados a sus hermanas”. (N. del E. del sitio web).