[Guatemala, 1877]
He conmovido muchas veces refiriendo la manera con que V. pelea:―la he escrito, la he hablado:―en lo moderno no le encuentro semejante: en lo antiguo, tampoco.―Sea esta una razón para que V. disculpe esta carta.―
Escribo un libro,[2] y necesito saber qué cargos principales pueden hacerse a Céspedes, qué razones pueden darse en su defensa―que, puesto que escribo, es para defender.―Las glorias no se deben enterrar sino sacar a luz. Sobre todo, necesito saber qué fue una carta que Ignacio Agramonte envió a Céspedes sobre renuncia de mando y mantenimiento de pensión.[3]
A otros pudiera dirigirme: en V. fío. Como algún día he de escribir su historia, deseo comenzar ya haciendo colección de sus autógrafos.―
De mí, tal vez nadie le dé razón, Rafael Mendive fue mi padre: de la escuela fui a la cárcel, y a un presidio,[4] y a un destierro, y a otro.―Aquí vivo, muerto de vergüenza porque no peleo.―Enfermo seriamente y fuertemente atado, pienso, veo y escribo.―Veo las pobrezas de estas tierras, y pienso con orgullo que nosotros no las tendremos.―En tanto que, en silencio, admiro a los que lo merecen, y envidio a los que luchan, sírvase darme las noticias históricas que le pido,―que tengo prisa de estudiarlas y de publicar las hazañas escondidas de nuestros grandes hombres.―Seré cronista, ya que no puedo ser soldado.―
No extrañe este lenguaje.―Cuando se sirve bien a la patria, se tienen en todas partes muchos amigos viejos.―De los más ignorados, no de los menos ardientes, es para el general animoso, el mutilado silente.
Mi dirección:
José Martí
Guatemala.―
Tomado de José Martí: Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2001, t. 5, pp. 200-201.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] Este borrador de carta aparece a continuación de los apuntes sobre Carlos Manuel de Céspedes, en el mismo pliego, con la misma letra y la misma tinta, por lo cual es seguro que ambos textos fueron escritos en Guatemala y se relacionan con el estudio que José Martí preparaba acerca de la guerra iniciada por Céspedes el 10 de octubre de 1868. Aunque el borrador pudo haber sido escrito entre abril de 1877 y junio de 1878, fechas que delimitan la estancia de Martí en Guatemala ―país donde consigna vivir en el propio texto― parece más lógico suponer que este haya sido redactado en 1877, cuando todavía la guerra de Cuba no estaba a punto de extinguirse mediante las gestiones de paz que darían origen al Pacto del Zanjón, en febrero de 1878. Luis Toledo Sande (“José Martí, combatiente del 68 y de todos los tiempos”, Bohemia, a. 76, no. 42, 19 de octubre de 1984, pp. 82-89) conjetura que la carta pudo escribirse para otro general o como guía para dirigirse a varios oficiales mambises.
[2] En la carta a Manuel Mercado de 6 de julio de 1878, incluida en OCEC, t. 5, pp. 310-314, Martí dice que tenía casi terminada una historia de los primeros años de la Revolución de 1868. Por otra parte, parece dudoso que Gómez pudiera aclararle el punto relativo a Ignacio Agramonte, pues cuando este renunció, el dominicano no se hallaba junto a Céspedes, con el cual nunca tuvo amistad personal, y ni siquiera conocía a Agramonte.
[3] Ignacio Agramonte renunció al cargo de jefe de la División de Camagüey en abril de 1870, tras varias diferencias con el presidente Céspedes. No se conserva la comunicación al respecto, pero sí una carta a Céspedes fechada el 4 de mayo de 1870, en la cual rechazaba la decisión de este de que la agencia cubana de Nueva York no continuara abonando su sueldo a su familia y le diera esa cantidad del peculio personal de Céspedes. En carta del mismo día al secretario de la Guerra, Antonio Lorda, Agramonte ratifica su decisión expresada desde antes de no aceptar pensión alguna para sostener a su familia en la emigración.
[4] Véase JM: El presidio político en Cuba, Madrid, 1871, OCEC, t. 1, pp. 63-93.