A ROMÁN MAYORGA RIVAS
[Fragmento]
[Nueva York, mayo de 1894][1]
[…] He leído en los periódicos que un joven hermano[2] de Vd. ha caído en la campaña de Honduras. Y he leído también las cosas buenas y brillantes que cuentan de ese joven, que era poeta, que se transformó en héroe y que ahora vive perdurablemente en la historia de Nicaragua, por aquel genio artístico suyo y por esa su última proeza, que es proeza grande e inmortal de veras, digna de almas perfectas, presentarse ante Dios el hombre para ser juzgado; llevando la bandera de la Patria por sudario.
He indagado, mi querido Mayorga, la causa de esa campaña en que murió su hermano de Vd. y me dicen que ha sido campaña librada por la libertad de un pueblo que había menester del auxilio de sus hermanos los nicaragüenses. Está, pues, santificada la muerte del joven poeta y guerrero: morir por causa tan justa y en tan generoso sacrificio, es digno de los poetas. Y yo envidio esa abnegación sublime de dar la propia vida porque vivan libres y felices los demás.
Sobre la tumba de su hermano de Vd. han debido plantar, no un ciprés, sino una bandera, y al pie de la bandera, laureles, muchos laureles. Eso piden y requieren las tumbas de los héroes que mueren en el campo de batalla peleando por la libertad. Y yo quisiera merecer para la tumba mía, eso: la bandera de mi estrella solitaria; pero no los laureles, sino rotas al pie del asta enhiesta, las cadenas coloniales tan infamantes y aborrecidas.
Me ha puesto muy pensativo y triste esta noticia de la muerte de su hermano, con todo y que es gloriosa y refulgente su manera de morir. Me figuro que quizás empieza para nuestros pueblos (¡ay, y Dios no lo quiera!) de la América indohispánica, una serie larga de sacrificios de vidas buenas y necesarias, todo por el ideal, sin que a la postre el gran ideal salga triunfante.
OC, t. 8, pp. 41-42.
Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá; prólogo de Juan Marinello, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. IV, pp. 135-136.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] En las Obras completas de Rubén Darío, Editorial Mundo Latino, Madrid, MCMXIX, t. XX, p. 77, bajo el título “Prosas dispersas” se encuentra una nota necrológica, fechada en mayo de 1894, dedicada al poeta José María Mayorga Rivas, quien había fallecido recientemente en Honduras. Debido a que en estas líneas, dirigidas al hermano del poeta, Martí se refiere a la caída del joven nicaragüense, las consideramos escritas en esa fecha.
[2] José María Mayorga Rivas.