A MÁXIMO GÓMEZ TORO
Me estás acompañando desde que te conocí, y de mucho hombre necio e incapaz vuelvo a ti la memoria, y en el silencio de mi corazón, por la energía y por cierta tristeza que hay en ti, te aprieto la mano. Ahora te mando, por el cariño de que tu padre te los lleve,[1] esos libros útiles. La felicidad de los hombres, y la de los pueblos, está, —Máximo, en el conocimiento de la naturaleza.
Quiere a tu
N. York, 20 abril 1894
[OC, t. 20, p. 453. Cotejada con el manuscrito original].
Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá; prólogo de Juan Marinello, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. IV, p. 121.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] El general Máximo Gómez, en compañía de su hijo Panchito, había viajado a Nueva York a entrevistarse con José Martí, para discutir y coordinar el plan de alzamiento revolucionario que daría inicio a la nueva guerra por la independencia de Cuba. La visita del Generalísimo se extendió del 8 al 21 de abril de 1894. Panchito permanece unos meses más al lado del Maestro.