Bien: yo respeto
A mi modo brutal, un modo humilde
Para los infelices, e implacable
Para los poderosos, yo respeto gente crasa[2]
Cuanta desdicha, en ropas de amargura,
Sufre de hambre de boca y hambre de alma.
Verso duro, es verdad; verdad muy dura:—
Tal como es la verdad, tal es el verso.
Yo no sé de dorados y barnices.
El vil es vil, aunque reparta honores,
Aunque dé caviar a los hambrientos
En manteles manchados a la inversa
Aunque en la blanca superficie ostenten
Sobre un albor de leche plata pura:
Mi corazón está con los que sufren!
Respeto a la infeliz mujer de Italia,
Pura como su cielo, que en la esquina
De la casa sin sol donde devoro
Mis ansias de belleza[3] vende humilde
Piñas dulces y pálidas manzanas.
Respeto al buen francés, bravo, robusto,
Rojo como su vino, que con luces
De bandera en los ojos, pasa en busca
De pan y gloria al Istmo[4] donde muere.
[Ms. en CEM]
Tomado de José Martí: “[Bien: yo respeto [B]”, Versos libres, Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2007, t. 14, p. 257.
Otro texto relacionado:
- Emilio de Armas: “‘Bien: yo respeto’, y el proceso de composición de los Versos libres”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1985, no. 8, pp. 227-238.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] Manuscrito en tinta negra en Cuaderno de apuntes no. 20. Todo el texto está atravesado por una línea vertical.
[2] Estas dos palabras añadidas debajo de: “poderosos”. Tachada antes una “a”.
[3] Esta palabra escrita encima de la primera versión, tachada: “hermosura”; segunda versión, también tachada: “grande[za]”.
[4] Istmo de Panamá. Estrecha franja de tierra que une América Central y América del Sur.