BASES DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO CUBANO

Propuestas por encargo de la emigración de Cayo Hueso, aprobadas por la emigración de Tampa y por los Clubs cubanos y puertorriqueños de New York, que este periódico acata y mantiene.[1]

     Artículo 1o.— El Partido Revolucionario Cubano se constituye para lograr, con los esfuerzos reunidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la Isla de Cuba, y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico.

     Art. 2o.— El Partido Revolucionario Cubano no tiene por objeto precipitar inconsideradamente la guerra en Cuba, ni lanzar a toda costa al país a un movimiento mal dispuesto y discorde, sino ordenar, de acuerdo con cuantos elementos vivos y honrados se le unan, una guerra generosa y breve[2] encaminada a asegurar en la paz y el trabajo la felicidad de los habitantes de la Isla.

     Art. 3o.— El Partido Revolucionario Cubano reunirá los elementos de revolución hoy existentes y allegará, sin compromisos inmorales con pueblo u hombre alguno, cuantos elementos nuevos pueda, a fin de fundar en Cuba por una guerra de espíritu y métodos republicanos, una Nación capaz de asegurar la dicha durable de sus hijos y de cumplir, en la vida histórica del continente, los deberes difíciles que su situación geográfica le señala.

     Art. 4o.— El Partido Revolucionario Cubano no se propone perpetuar en la República Cubana, con formas nuevas o con alteraciones más aparentes que esenciales, el espíritu autoritario y la composición burocrática de la colonia, sino fundar en el ejercicio franco y cordial de las capacidades legítimas del hombre, un pueblo nuevo y de sincera democracia, capaz de vencer, por el orden del trabajo real y el equilibrio de las fuerzas sociales, los peligros de la libertad repentina en una sociedad compuesta para la esclavitud.

     Art. 5o.— El Partido Revolucionario Cubano no tiene por objeto llevar a Cuba una agrupación victoriosa que considere la Isla como su presa y dominio, sino preparar, con cuantos medios eficaces le permita la libertad del extranjero, la guerra que se ha de hacer para el decoro y bien de todos los cubanos, y entregar a todo el país la patria libre.

     Art. 6o.— El Partido Revolucionario Cubano se establece para fundar la patria una, cordial y sagaz, que desde sus trabajos de preparación y en cada uno de ellos, vaya disponiéndose para salvarse de los peligros internos y externos que la amenacen, y sustituir al desorden económico en que agoniza con un sistema de Hacienda pública que abra el país inmediatamente a la actividad diversa de sus habitantes.

     Art. 7o.— El Partido Revolucionario Cubano cuidará de no atraerse, con hecho o declaración alguna indiscreta durante su propaganda, la malevolencia o suspicacia de los pueblos con quienes la prudencia o el afecto aconseja o impone el mantenimiento de relaciones cordiales.

     Art. 8o.— El Partido Revolucionario Cubano tiene por propósitos concretos los siguientes:

     I.—Unir en un esfuerzo continuo y común la acción de todos los cubanos residentes en el extranjero.

     II.—Fomentar relaciones sinceras entre los factores históricos y políticos de dentro y fuera de la Isla que puedan contribuir al triunfo rápido de la guerra y a la mayor fuerza y eficacia de las instituciones que después de ella se funden, y deben ir en germen en ella.

     III.—Propagar en Cuba el conocimiento del espíritu y los métodos de la revolución, y congregar a los habitantes de la Isla en un ánimo favorable a su victoria, por medios que no pongan innecesariamente en riesgo las vidas cubanas.

     IV.—Allegar fondos de acción para la realización de su programa, a la vez que abrir recursos continuos y numerosos para la guerra.

     V.—Establecer discretamente con los pueblos amigos relaciones que tiendan a acelerar, con la menor sangre y sacrificios posibles, el éxito de la guerra y la fundación de la nueva República indispensable al equilibrio americano.

     Art. 9o.— El Partido Revolucionario Cubano se regirá conforme a los estatutos secretos que acuerden las organizaciones que lo fundan.

[José Martí]

Patria, Nueva York, 14 de marzo de 1892, no. 1, p. 1; OC, t. 1, pp. 279-280.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Estas Bases fueron publicadas en la primera plana de todos los números de Patria, comprendidos del 1 al 167, excepto en el 2, 101, 104, 153, 162, 163 y 167, sin embargo, a partir del no. 6 (16 de abril de 1892) hasta el no. 107 (10 de abril de 1894), este párrafo introductorio aparecerá redactado de la siguiente manera: Propuestas por encargo de la emigración de Cayo Hueso, y proclamadas unánimemente por las Emigraciones Cubanas y Puertorriqueñas, el 10 de Abril de 1892. A partir del no. 108 (17 de abril de 1894) quedará finalmente redactado así: Bases del Partido Revolucionario Cubano, propuestas por encargo de la emigración de Cayo Hueso y aprobadas por las demás emigraciones. El texto que se publica considera las ligeras modificaciones, con la adición de nuevas comas, de que fue objeto a partir del no. 5 (10 de abril de 1892) en las ediciones posteriores de Patria. (N. del E. del sitio web).

[2] Véanse, al respecto, “Los cubanos de afuera y los cubanos de adentro. La campaña española”, Patria, Nueva York, 4 de junio de 1892, no. 13, p. 1 (OC, t. 1, p. 478); “El Evening Telegraph de Filadelfia. Una entrevista sobre Cuba”, Patria, Nueva York, 13 de agosto de 1892, no. 23, p. 2 (OC, t. 2, p. 110), “Los emigrados, las expediciones y la revolución. El alzamiento supuesto de marzo”, Patria, Nueva York, 1º de abril de 1893, no. 55, p. 2 (OC, t. 2, p. 276); y “Cierta prensa de Cuba, y la captura de armas”, Patria, Nueva York, 28 de abril de 1894, no. 110, p. 1 (OC, t. 3, pp. 156). Entre otras expresiones equivalentes, usuales en la prédica revolucionaria martiana, podemos citar: “guerra sin odio”, “guerra amorosa”, “guerra cordial”, “guerra culta”, “guerra nueva”, “guerra rápida y brillante”, “guerra rápida, unánime y grandiosa”, “guerra breve y suficiente”, “nueva guerra”, “guerra generosa”, “guerra republicana”, “guerra republicana y generosa”, “guerra robusta y respetuosa”, “guerra pronta, democrática y bastante”, “guerra general y segura”, “guerra republicana e impersonal”, etc.