Por las mañanas Mi pequeñuelo Me despertaba Con un gran beso. Puesto a horcajadas Sobre mi pecho, Bridas forjaba Con mis cabellos. Ebrio él de gozo, De gozo yo ebrio, Me espoleaba Mi caballero: ¡Qué suave espuela Sus dos pies frescos! ¡Cómo reía Mi jinetuelo! Y yo besaba Sus pies pequeños, Dos pies que caben En solo un beso!
Tomado de José Martí: “Mi caballero”, Ismaelillo, Nueva York, 1882, Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2007, t. 14, p. 22.
[1] Véanse las versiones de este poema en “Cuaderno de Ismaelillo” y en “Versos de Ismaelillo en Cuadernos de apuntes”, OCEC, t. 14, pp. 54 y 70, respectivamente.