CIRCULAR A LOS HACENDADOS

EJÉRCITO LIBERTADOR DE CUBA

CUARTEL GENERAL EN CAMPAÑA

A los sres. hacendados y dueños de fincas rurales.
Jurisdicción de Cuba.

Duele tener que hacer la guerra, para conquistar la independencia y la honra de la noble Nación Cubana, y hacerla poniendo en vigor sus leyes penosas, pero necesarias.

     Al hacer la guerra para extirpar la tiranía en el propio país, y lograr con los sacrificios pasajeros de hoy la paz feliz y durable de mañana, sobre el país han de pesar naturalmente las necesidades inevitables y justas de la contienda empeñada para darle al fin seguridad y orden. Los cubanos que dan la vida por la felicidad de sus compatriotas tienen derecho a que el país porque se sacrifican atienda a las exacciones naturales de la guerra con que lo redimen. Como General en Jefe del Ejército Libertador, cumpliré con imparcialidad y energía todos los deberes que la guerra me impone, y exigiré estrictamente para esta guerra justa los derechos de mantenimiento y respeto que conocen los pueblos civilizados.

     Todo el que respete la revolución será respetado por ella. Todo lo que sirva a los enemigos de la revolución será destruido por ella.

     La guerra demandará con moderación los servicios indispensables para su mantenimiento, y usará sin vacilar de los servicios legítimos que con imprudencia, ingratitud e injusticia se le nieguen. Las propiedades extranjeras serán siempre respetadas, en observancia estrecha de las leyes de la guerra culta, a menos que no pierdan de su propia voluntad el derecho que las protege, amparando o sirviendo al enemigo. La guerra tiene derecho a mantenerse del país en cuyo bien se hace, y de él se mantendrá; pero condena la violencia innecesaria y la devastación inútil.

     Inquebrantables serán en el ejército de mi mando la moralidad y el orden; y con la misma decisión exigiré de él estos deberes que a los habitantes pacíficos de la Isla la satisfacción debida a las exigencias de la guerra. Invito, pues, a los Sres. Hacendados y Dueños de Fincas Rurales de la Jurisdicción a que, con prudente atención a las justas necesidades de esta guerra honrada y útil, contribuyan a mantener la guerra libre de la violencia y destrucción de que serían únicos responsables los que las hubiesen provocado con su punible hostilidad o su culpable indiferencia.

     Doy a los Jefes de Operaciones órdenes terminantes en acuerdo con estas declaraciones,

[El Delegado]                                                                      [El Gral. en Jefe]
[JOSÉ MARTÍ]                                                                     [MÁXIMO GÓMEZ]

[Cerca de Guantánamo] 26 de abril 1895

Patria, Nueva York, 23 de mayo de 1895, no. 163, p. 1.

 OC, t. 28, pp. 485-486. Cotejada con el manuscrito original.

Tomado de José Martí: Epistolario, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual y Enrique H. Moreno Plá; prólogo de Juan Marinello, La Habana, Centro de Estudios Martianos y Editorial de Ciencias Sociales, 1993, t. V, pp. 175-176.