A DOÑA LEONOR PÉREZ CABRERA

[Fragmento][1]

[Nueva York, agosto-diciembre de 1882][2]

La suerte me escatima mucho sus recompensas.―O hay un plan de justicia universal, que solo se equilibra al final de los mundos, por lo que resulta justo lo que parece injusto en este,―o la vida humana es la obra de un loco maligno, lo que no es posible que sea cosa tan augusta y maravillosa, tan rica en goces puros y en dolores profundos.―Porque si la justicia se limitara a la vida en la tierra, habría razón para creer, a juzgar por la parte de premios que me toca, que yo soy un gran malvado.―[3]

[José Martí]

Tomado de José Martí: Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2010, t. 17, p. 359.


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Este párrafo, extraído de unos fragmentos escritos en hojas rayadas, de 20,5 por 26,5 cm, va precedido por las siguientes palabras: “De una carta a mi madre.―”

[2] Escrito al dorso de un papel timbrado de la casa Lyon & Co., de Nueva York, en cuyas oficinas trabajó Martí desde agosto de 1882, por lo que se fecha en ese año.

[3] Nótese la similitud del tema con la nota “[La vida no puede ser una burla sangrienta]”, recogida en “Cuaderno de apuntes no. 3” [¿-?], OC, t. 21, p. 130 y con el prólogo a El poema del Niágara de Juan Antonio Pérez Bonalde, escrito en Nueva York en 1882, OCEC, t. 8, p. 158. (N. del E. del sitio web).