Dígame mi labriego Cómo es que ha andado En esta noche lóbrega Este hondo campo? Dígame de qué flores Untó el arado, Que la tierra olorosa Trasciende a nardos? Dígame de qué ríos Regó este prado, Que era un valle muy negro Y ora es lozano? Otros, con dagas grandes Mi pecho araron: Pues ¿qué hierro es el tuyo Que no hace daño? Y esto dije— y el niño Riendo me trajo En sus dos manos blancas Un beso casto.
Tomado de José Martí: “Valle lozano”, Ismaelillo, Nueva York, 1882, Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2007, p. 44.
[1] Véanse las versiones de este poema en “Cuaderno de Ismaelillo” y en “Versos de Ismaelillo en Cuadernos de apuntes”, OCEC, t. 14 pp. 66 y 73, respectivamente.