[Dedicatoria de Ismaelillo][1]

Hijo:[2]

Espantado de todo, me refugio en ti.

     Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti.

     Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón.

     ¡Lleguen al tuyo!

Tomado de José Martí: Ismaelillo, Nueva York, 1882, Obras completas. Edición crítica, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2007, t. 14, p. 17.

“Hijo: // Espantado de todo, me refugio en ti. // Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti. // Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón. // ¡Lleguen al tuyo!” (JM: “[Dedicatoria de Ismaelillo]”, Ismaelillo, Nueva York, 1882, OCEC, t. 14, p. 17).


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Nueva York, Imprenta de Thompson y Moreau, 51 y 53 Maiden Lane, 1882.

[2] José Francisco Martí Zayas-Bazán. Véanse las versiones de este texto en “Cuaderno de Ismaelillo” y en “Versos de Ismaelillo en Cuadernos de apuntes”, OCEC, t. 14, p. 17.