José Agustín Caballero y Rodríguez de la Barrera (1762-1835)

Natural de La Habana, estudió en el Seminario San Carlos, doctoró en Sagrados Cánones y obtuvo la Cátedra de Filosofía en el Seminario, desde la cual se opuso al escolasticismo y explicó a Locke, Descartes y Condillac.[1] Fue profesor y formador del padre Varela y Luz y Caballero, quienes continuaron su obra. Celebrado por sus contemporáneos como orador sagrado,[2] no es esta su más importante faceta,[3] sino la de continuo luchador por la reforma de la enseñanza superior, por lo cual ha sido calificado como “el primer revolucionario universitario que hubo en Cuba”. Colaboró en el Papel Periódico, Diario de La Habana y El Observador Habanero, y fue autor de Lecciones de Filosofía, Ciencias y Artes, La Crítica en Cuba a fines del siglo XVIII y otras obras no menos importantes. Miembro destacado de la Sociedad Económica Amigos del País, auspició numerosos proyectos de instrucción pública y fue uno de los primeros en criticar el régimen esclavista, al considerar a “la esclavitud la mayor maldad civil que han cometido los hombres”.[4]

     José Martí afirmó que el “sublime Caballero” que había sido el “padre de los pobres y de nuestra filosofía”, y que “había declarado, más por consejo de su mente que por el ejemplo de los enciclopedistas, campo propio y cimiento de la ciencia del mundo el estudio de las leyes naturales”.[5]

[Tomado de César García del Pino: Mil criollos del siglo XIX. Breve diccionario biográfico, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2013, p. 46. (Texto modificado por el E. del sitio web)].[6]


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] “Caballero fue entre nosotros el que descargó los primeros golpes al coloso del escolasticismo, que después acabó de derrocar y pulverizar en la misma arena el Hércules de sus discípulos [Félix Varela], con su robusta maza. Caballero fue el primero que hizo resonar en nuestras aulas las doctrinas de los Locke y de los Condillac, de los Verulamios y los Newtones; Caballero fue el primero que habló a sus alumnos sobre experimentos y física experimental; Caballero fue el primero entre los escogidos para fundar el cuerpo patriótico. La fama de sus luces y de sus virtudes eminentes salvó los muros del Seminario […]”. [José de la Luz y Caballero: “A la memoria del doctor don José Agustín Caballero” (Diario de La Habana, 20 de abril de 1835), Obras. Escritos sociales, científicos y literarios (vol. IV), presentación de Alicia Conde Rodríguez, La Habana, Ediciones Imagen Contemporánea, 2001, La Habana, p. 315].

[2] “Ya a fines del siglo XVIII, se ofrece una muestra de la plenitud de la palabra. Son las oraciones del presbítero Caballero. Obligaron tanto a la prosa como al verso a cualificarse, por primera vez se oía en la palabra cubana un acento alto, majestuoso, irreprochable. Hay una elegante madurez en la expresión”. [José Lezama Lima: “Prólogo a una antología” (Antología de la poesía cubana, La Habana, Consejo Nacional de Cultura, 1965, 3 t.), La cantidad hechizada, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2014 (edic. digital), p. 287].

[3] “Lo que comúnmente se conoce más del P. Caballero es el relieve que alcanzó como orador sagrado. […] En menor número están los conocedores de su Proyecto de reforma política para la isla de Cuba y redactado en 1811; y fuera de los eruditos, muy pocos han notado el hecho curioso de que quince años antes, en 1795, había presentado el P. Caballero un proyecto de reforma universitaria. Ni este ni el político se realizaron, no obstante, la certera visión del iniciador. / […] uno de los fundadores de la nacionalidad cubana […]”. (Medardo Vitier: “José Agustín Caballero”, Estudios, notas, efigies cubanas, La Habana, Editorial Minerva, 1944, p. 205).

[4] José Agustín Caballero: “En defensa del esclavo”, Papel Periódico de la Havana, 5 y 8 de mayo de 1791, en Obras, ensayo introductorio (“José Agustín: el espíritu de los orígenes”), compilación y notas de Edelberto Leiva Lajara, Colección Biblioteca de Clásicos Cubanos no. 5, La Habana, Ediciones Imagen Contemporánea, 1999, p. 200.

[5] JM: “Antonio Bachiller y Morales” (El Avisador Hispanoamericano, Nueva York, 24 de enero de 1889), Antonio Bachiller y Morales. Edición crítica, introducción y notas de Marlene Vázquez Pérez, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2012, p. 25; OC, t. 5, p. 145.

[6] Bibliografía:

  • José de la Luz y Caballero: “A la memoria del doctor don José Agustín Caballero” (Diario de La Habana, 20 de abril de 1835), Escritos sociales, científicos y literarios, presentación de Alicia Conde Rodríguez, La Habana, Ediciones Imagen Contemporánea, 2001, La Habana, vol. IV, pp. 310-321.
  • Francisco Calcagno: Diccionario biográfico cubano, New York, Imprenta Ponce de León, 1878, pp. 132-136.
  • Alfredo Zayas: “El Presbítero D. José Agustín Caballero: su vida y sus obras”, Revista Cubana, La Habana, Imprenta de Álvarez y Cía, 1891.
  • Emilio Roig de Leuchsenring: “El centenario de la muerte de José Agustín Caballero y Rodríguez”, Homenaje al ilustre habanero pbro. Dr. José Agustín Caballero y Rodríguez en el centenario de su muerte: 1835-1935, Cuadernos de Cultura Habanera, no. 1, La Habana, Municipio de La Habana, 1935, pp. 7-22.
  • Medardo Vitier: “El P. José Agustín Caballero”, Revista de la Universidad de La Habana, año VII (1943), pp. 78-89.
  • Medardo Vitier: “José Agustín Caballero”, Estudios, notas, efigies cubanas, La Habana, Editorial Minerva, 1944, pp. 205-207.
  • Medardo Vitier: Las ideas y la filosofía en Cuba, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1970, pp. 71-74, 191-194, 329-339.
  • Roberto Agramonte: José Agustín Caballero y los orígenes de la conciencia cubana, La Habana, Universidad de La Habana, 1952.
  • Edelberto Leiva Lajara: José Agustín Caballero: el espíritu de los orígenes, ensayo introductorio a Obras de José Agustín Caballero, La Habana, Imagen contemporánea, 1999, pp. 1-98.
  • Edelberto Leiva Lajara: “José Agustín Caballero y el pensamiento ilustrado cubano en la frontera de los siglos XVIII y XIX”, Honda, La Habana, 2009, no. 25, pp. 3-13.
  • Rita María Buch: “De Caballero a Martí. Trayectoria de la Filosofía cubana electiva en el siglo XIX”, Honda, La Habana, 2009, no. 25, pp. 49-62.