EL TRABAJO. ODA.
IL EST ENCORE DES GLOIRE A CAHNTER.
Béranger.
¿Un lauro?… ¡Yo también!
Dentro del seno
Que se levanta ardiente,
Siento la inspiración, como un torrente
Despeñarse y hervir…Ya no refreno
Su fuerza omnipotente;
Del poeta, conmueve al Universo;
Vidas arranca a la turbada muerte
Hábil galeno, el químico profundo
Destroza el velo al sigiloso crimen;
Y la justicia armada,
Cual eléctrica nube desatada,
Truena en la voz del orador gigante,
Y arranca la inocencia encadenada
Al férreo brazo del poder triunfante…
¡Oh Cuba, oh patria!… Si a mi acento rudo
Tan grave senda hollaras!
¡Si a la molicie enervada alzaras
Con el trabajo servidor escudo!
¡Si enérgicas arrojaras
El traje brillador de los festines!
¡Si opusieras con ánimo arrogante,
Al perfumado humear de los pebetes
Y al himno estéril del placer incauto,
Que al íntegro sonroja,
El rugiente vapor que el agua arroja,
El crujir del cilindro que voltea,
Y el alto hervor con que la masa roja
Del fundido metal bulle y ondea!
Ve desiertos tus bosques seculares,
Tus tierras despobladas,
Tus fáciles montañas nunca holladas,
Sin explotar tus próceres pinares…
¡Corre, pueblo, a bandadas:
Traza, desmonta, surca, siega, trilla
Y abastece tus ávidos graneros!
A la sierra oriental arranca el cobre,
El oro y la plata al Escambray Fragoso.
El mármol, que altaneras,
Encierran tus incógnitas canteras,
Talla con el cincel del estatuario;
Y opón a las industrias extranjeras
Apto competidor, digno adversario.
¡Es el trabajo el redentor moderno!
¡Sí!… De un pueblo apocado,
Famélico, desnudo, sentenciado
A morir de inacción en el invierno,
Hace un pueblo avisado,
Ágil, emprendedor, fuerte y activo.
Así Lyon, un día, en la miseria
Sus obreros miraba agonizantes…
Aparece Jacquard… ¡Ya está salvada!
En vez de la impotente
La Lyon antigua, La Lyon doliente,
Sin que el hambre feroz a atemorice,
La Lyon de Jacquard alza la frente
Y a su modesto salvador bendice.
Que, en fin, la humanidad engrandecida
Con manos liberales
Adorna con laureles inmortales
Del obrero la frente ennoblecida,
Con brazos fraternales
En las aguas del Michigan famoso
Alza en el túnel colosal trofeo:
Taladra a Suez, suprime al Tormentoso
Y al arábigo mar, lanza el egeo.
¡Venced esos prodigios!… ¡Agrupaos,
Oh pueblos decaídos,
Y haréis brotar mil rayos encendidos
De la infecunda oscuridad del caos!
Todos, todos unidos
En el congreso universal alcemos
Al trabajo tenaz himnos triunfantes.
¡Ningún reposo, obreros! Inflexibles
Prosigamos con alma decidida
La ruta comenzada…
¡Y la ciudad inerte o estragada
Que al labor noble la inacción prefiere,
Por celeste anatema fulminada,
Viva en la infamia y en la infamia muera!
Tomado de Jorge Luis Montesino Grandías: Socialismo de isla. Cuba: panorama de las ideas socialistas, 1818-1899, La Habana, Ediciones Bachiller, 2021, pp. 146-148.

