Eugenio María de Hostos (1839-1903)
Patriota, educador y escritor puertorriqueño; “es uno de los mejores hombres que ha dado América a la humanidad”.[1] Nació en Mayagüez y murió en Santo Domingo. Hizo sus estudios en la capital de su país natal y en España, y desde muy joven se dedicó a trabajar a favor de las Antillas. El 20 de diciembre de 1868 pronunció un discurso de impugnación contra el régimen colonial, en el Ateneo de Madrid. Su actitud le valió frecuentes persecuciones, por lo cual se trasladó un año después a Nueva York, donde formó parte de la Junta Revolucionaria Cubana y dirigió el periódico La Revolución, órgano de dicha junta. Disgustado con el predominio de las posiciones reformistas en la Junta, y con el fin de recabar de los gobiernos latinoamericanos el reconocimiento de la beligerancia cubana, en 1871 se trasladó a la América del Sur. Recorrió Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Argentina y Brasil; escribió centenares de artículos y cartas, y pronunció numerosos discursos. Defendió el derecho de la mujer a ingresar en las universidades. En Perú hizo campaña en favor de los inmigrantes chinos, y contra las especulaciones de las compañías concesionarias del ferrocarril de la Oroya. En Argentina abogó por la construcción del ferrocarril transandino.
En 1874 regresó a Estados Unidos, y en mayo de 1875, partió rumbo a Cuba en una expedición dirigida por Francisco Vicente Aguilera, la cual naufragó. Se trasladó entonces a Santo Domingo donde fundó y dirigió la revista Las Tres Antillas, órgano de los emigrados cubanos y puertorriqueños residentes allí. En 1876 volvió a Nueva York, y allí redactó y defendió el programa de la asociación de patriotas antillanos llamada Liga de los Independientes. De 1877 a 1878 trabajó en Venezuela, país donde contrajo matrimonio con Belinda de Ayala, hija de un patriota cubano exiliado. En 1880 fundó la Escuela Normal de Maestros de Santo Domingo, desde donde llevó a cabo una transformación radical de la enseñanza en el país. En 1888 se trasladó a Chile, que lo declaró después hijo adoptivo por su obra en favor de la cultura nacional.
Cuando comenzó la Guerra de Independencia de Cuba, Hostos representó al Partido Revolucionario Cubano y escribió en la prensa en apoyo de la lucha de la libertad antillana. Al producirse la intervención militar norteamericana en Puerto Rico, en 1898, Hostos organizó la Liga de Patriotas Puertorriqueños, con elementos procedentes de la Sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano. Fundó el Instituto Municipal, desarrolló a través de la isla una intensa campaña propagandística, y dirigió al pueblo de Puerto Rico un manifiesto de contenido independentista. Poco después formó parte de la comisión encargada de presentar en Washington la demanda de que la isla fuera considerada en igualdad de derechos con los estados de la Unión.
Al fracasar en esta gestión, Hostos regresó a Puerto Rico y allí presentó un alegato, ante la comisión civil nombrada por el gobierno de Estados Unidos, donde exponía nuevamente las demandas del país y proponía las bases para establecer un gobierno independiente. Ante la negativa de los invasores a reconocer los derechos exigidos, Hostos se trasladó en 1900 a Santo Domingo, donde dedicó los últimos años de su vida a una valiosa labor educadora. Su Moral social (1888) y su Tratado de sociología (1904) —obra publicada después de su muerte—son compendios de las lecciones que dictó en Santo Domingo, según fueron copiadas por sus alumnos. En ellas expuso ideas científicas nuevas para la época. Otras obras importantes de Hostos son Lecciones de derecho constitucional (1887), La peregrinación de Bayoán (1863), Plácido (1872) y Cartas públicas acerca de Cuba (1895). Hay dos ediciones de sus Obras completas, realizadas respectivamente en La Habana (1939), en veinte volúmenes, y en San Juan de Puerto Rico (1969), por el Instituto de Cultura Puertorriqueño.
En El Federalista, el 5 de diciembre de 1876, José Martí escribió: “Hostos, imaginativo, porque es americano, templa los fuegos ardientes de su fantasía de isleño en el estudio de las más hondas cuestiones de principios, por él habladas con el matemático idioma alemán, más claro que otro alguno, oscuro solo para los que no son capaces de entenderlo”.[2] Cuando el 11 de marzo de 1892, el patriota puertorriqueño fue declarado por la emigración revolucionaria de su país en Nueva York uno de los tres presidentes honorarios del club Borinquen, junto con Martí y Betances, el Maestro afirmó en Patria que, Hostos “va dando por América prueba viva de la fortaleza y orden superior a que puede llegar en los trabajos de la virtud”.[3]
Véase la valoración de Hostos acerca del Manifiesto de Montecristi y la carta a Federico Henríquez y Carvajal en los artículos “Manifestación de la revolución de Cuba” y “El testamento de Martí”, publicados en Santiago de Chile en 1895.[4] Además del artículo de Emilio Roig de Leuchsenring: “Hostos, símbolo ayer y hoy de fraternidad antillana”, publicado en Carteles, La Habana, el 5 de abril de 1942.
[Tomado de OCEC, t. 2, pp. 328-329. (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web)].[5]

Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] “Este hijo de Puerto Rico, antillano por sus ideales políticos, es uno de los mejores hombres que ha dado América a la humanidad. […] se cuenta entre los guiadores del continente y las islas. […] tuvo el sentimiento de la americanidad, y su obra entera de pensador y de polígrafo sube a singular nivel, merced a la pureza neta de su hombría.
La cultura de Hostos es enciclopédica, de asombrosa extensión en las más disímiles ramas del saber. Pero no es su caudal de conocimientos, con ser tanto, lo que nos impresiona más, sino la personalidad, la superior inteligencia con que maneja sus copiosos materiales, y una como vena apostólica que se le vierte acá y allá, en forma de clamor, o de quejumbre, o de indignación”. (Medardo Vitier: “Ensayos de Hostos”, Del ensayo americano, México, Fondo de Cultura Económica, 1945, p. 95).
[2] JM: “Catecismo democrático”, El Federalista, México, 5 de diciembre de 1876, OCEC, t. 2, p. 289.
[3] “La sesión del club ‘Borinquen’”, Patria, Nueva York, 14 de marzo de 1892, no. 1, p. 4. (No aparece en la edición de las Obras completas).
[4] Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1992, no. 15, pp. 296-301 y 302-303, respectivamente.
[5] Bibliografía:
- Eugenio María de Hostos: Obras completas. Edición crítica, Puerto Rico, Instituto de Estudios Hostosianos, Universidad de Puerto Rico, 2000.
- Emilio Rodríguez Demorizi: Hostos en Santo Domingo, Ciudad Trujillo, Imprenta J.R. Viuda de García, 1942.
- Medardo Vitier: “Ensayos de Hostos”, Del ensayo americano, México, Fondo de Cultura Económica, 1945, pp. 95-116.
- Emilio Roig de Leuchsenring: “Cuba ante el centenario del natalicio de Hostos”, Carteles, La Habana, 10 de julio de 1938.
- Emilio Roig de Leuchsenring: “Hostos y Martí, dos ideologías antillanas concordantes”, Revista Bimestre Cubana, La Habana, enero-febrero de 1939, vol. XLIII, p. 5.
- Emilio Roig de Leuchsenring: “Hostos, apóstol de la independencia y libertad de Cuba y Puerto Rico”, Habana, La Habana, febrero de 1939.
- Emilio Roig de Leuchsenring: “Hostos y Martí, dos ideologías antillanas concordantes. Hostos, apóstol de la independencia y de la libertad de Cuba y Puerto Rico”, Cuadernos de Historia Habanera, n. 17, 1939.
- Emilio Roig de Leuchsenring: “Hostos y Martí, dos ideologías antillanas concordantes”, Hostos y Cuba, La Habana, Colección Histórica Cubana y Americana, 1939.
- Emilio Roig de Leuchsenring: “Hostos, símbolo ayer y hoy de fraternidad antillana”, Carteles, La Habana, 5 de abril de 1942.
- Manuel Maldonado Denis: “Martí y Hostos: paralelismos en la lucha de ambos por la independencia de las Antillas”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1980, no. 3, pp. 178-193.
- José Ferrer Canales: “Martí y Hostos”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1988, no. 11, pp. 316-337.
- Manuel Maldonado Denis: “Paralelismos entre Hostos y Martí: un reexamen”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1990, no. 13, pp. 83-92.
- Yolanda Ricardo: “Un haz de luz: Hostos y Martí”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1996, no. 19, pp. 95-112.
- Elio Alba Buffill: “Tres forjadores de pueblos: Juan Pablo Duarte, Eugenio María de Hostos y José Martí”, en Estudios sobre letras hispánicas, Miami, Ediciones Universal, 2003, pp. 61-68.
- Roberto Fernández Retamar: “Martí, antillano”, La Palabra y el Hombre, México, julio-septiembre de 2007. Carácter antillano de Eugenio María de Hostos y Martí.
- José Antonio Bedia Pulido: “Hostos y Martí: identidad, independencia, integración. Primeros pasos (1863-1874)”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2009, no. 32, pp. 135-154.
- Yoel Cordoví Núñez: “Hostos y Martí por el equilibrio continental”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2009, no. 32, pp. 155-163.
- Vivian Auffant: La Liga de los patriotas puertorriqueños de Eugenio María de Hostos, San Juan, Puerto Rico, Publicaciones Gaviota, 2012.
- José Antonio Bedia Pulido: Martí y Hostos. Antillanismo liberador, La Habana, 2013.
- José Antonio Bedia Pulido: “El antillanismo precursor: las fuentes del Delegado”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2019, no. 42, pp. 221-236.