Enrique José Varona Pera (1849-1933)
Pedagogo,[1] escritor y filósofo cubano.[2] Nació en Puerto Prícipe, actual Camaguey, el 13 de abril de 1849. A los 18 años de edad inició sus publicaciones literarias en su ciudad natal. Se trasladó a La Habana dedicándose a los estudios de Filosofía, sobre la cual publicó varios libros que le ganaron reconocimiento desde los años 80 del siglo xix.[3] Introductor del positivismo en Cuba, militó en el Partido Liberal Autonomista que abandonó en 1886. Se radicó en Estados Unidos al comenzar la Guerra de Independencia y asumió la dirección del periódico Patria. Fue vicepresidente de la República durante el gobierno de Mario García Menocal (1913-1917) y en 1921 denunció la dominación económica estadounidense en su discurso “El imperialismo yanqui en Cuba”.
Falleció en La Habana a los 84 años, el 19 de noviembre de 1933.
Los jóvenes revolucionarios cubanos de la década del 30 lo consideraron su mentor: “Enrique José Varona pensó, más que el pensamiento intelectual, el pensamiento orgánico de nuestra vida como pueblo. Sabía, y lo reconocía explícitamente, que sus textos escritos eran solo un reflejo del texto vivo que él era […] Es de esos que cuando mueren arrastran consigo un siglo de historia”.[4]
José Martí comentó elogiosamente sus textos “El poeta anónimo de Polonia”[5] y “Seis conferencias”.[6] Lo consideró “el cubano doliente y fundador”,[7] y lo estimó tanto que llegó a confesarle: “Yo no veo en mi tierra, fuera de los afectos naturales de familia, persona a quien deba yo querer más que a Vd., por la limpieza de su carácter y la hermosura de su talento”.[8] Se conservan cinco cartas de Martí a Varona y dos de Varona a Martí.
Véanse, además, el ensayo de Medardo Vitier: “Enrique José Varona” (discurso de recepción en la Academia Nacional de Artes y Letras, marzo de 1941), Estudios, notas, efigies cubanas, La Habana, Editorial Minerva, 1944, pp. 9-25 y Valoraciones I, Universidad Central de Las Villas, 1960, pp. 19-37; y su compilación Enrique José Varona: su pensamiento representativo, 2da edic., La Habana, Editorial Lex, 1949.
[Tomado de OCEC, t. 28, p. 334. (Nota modificada por el E. del sitio web)].[9]
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] “Su enseñanza más eficaz está en la honradez intelectual, en la modestia que le infundía la búsqueda de la verdad, en el fuerte aprendizaje que hizo él solo y, en fin, a la elevada prédica que derivó de su examen universal. Los valores del espíritu se le salvaban en el derrumbamiento de dogmas y doctrinas metafísicas. La noble misión del hombre salía ilesa y luciente de los escombros que la piqueta esparcía acá y allá… No anheló ni buscó más altas realizaciones humanas José de la Luz, enamorado del divino misterio”. (Medardo Vitier: “Introducción”, Enrique José Varona: su pensamiento representativo, introducción y selección de Medardo Vitier, La Habana, Editorial Lex, 2da edic., 1949, pp. 33-34).
“Varona es educador, no solo a causa de los puntos que trató con acierto y maestría. Lo es por la luz que irradió de su pluma en temas variadísimos, si bien todos vinculados con el destino humano. La educación tiene un sentido de estricto alcance científico y otro de nexo con todas las actividades sociales. Varona educa en literatura, cuando reorienta la crítica a propósito de Cervantes; educa cuando explica “La importancia social del arte” y nos dice que “eleva la escala emocional del hombre”; educa cuando en El bandolerismo pregunta: ¿“Hay quien presuma que aprenderá a respetar la propiedad un pueblo acostumbrado al encubrimiento, al esplendor y a la impunidad de los ladrones del caudal público?”; educa cuando denuncia los vicios con que en la práctica hemos falsificado la institución del sufragio; educa cuando en 1915 dice al país, desde la tribuna de la Academia Nacional de Artes y Letras, que “la colonia se nos viene encima”; educa cuando estudia concienzudamente un asunto antes de escribir o hablar sobre él; educa cuando disciplina su forma de expresión en cauces de sobriedad; educa cuando deja altísimos cargos públicos tan pobre como estaba al ocuparlos; educa, en fin, cuando lo vemos conmoverse escuchando a Martí en conversación, y más tarde, desaparecido el Apóstol, cuando lo evoca para dejar a Cuba la imagen venerada.
[…]
La lección de este cubano, en su vida y en su obra, declara que existe el mundo de la cultura en su contenido intelectual y en su alcance ético. El triunfo, casi general, del vicio en sus formas públicas que minan la existencia del Estado, puede desorientar a la juventud. Muchos llegan a creer que al cabo esa es la verdad: aprovecharse por cualquier medio de toda ventaja material. Varona reitera que eso no constituye la verdad válida para el hombre civilizado y que hay valores consistentes que amar y practicar, con leyes morales que ningún frenesí de riqueza logra cancelar. Esas no son opiniones, sino que reflejan lo mejor de la naturaleza humana”. (Medardo Vitier: “Introducción”, ob. cit., pp. 48-49).
[2] “Enrique José Varona es cifra alta de la intelectualidad de América, voz serena y militante por la libertad y la cultura superior de nuestros pueblos, presencia simbólica del más alto magisterio”. (José Ferrer Canales: “Perfil de Varona”, Repertorio Americano, San José, Costa Rica, 15 de enero de 1953, a. 33, no. 1147, p. 17).
[3] “Desde sus conferencias filosóficas, en 1880, hasta su muerte, los cubanos reputaron a D. Enrique José Varona como el primero de los intelectuales del país. Como pensador y como prosista y como crítico literario nadie lo superó en ese período. Creo que sería exacto decir que nadie lo igualó en esas tres direcciones de su inteligencia.
[…] Lo que hallamos en Varona, siempre que se le mira el conjunto, consiste en tres magnas lecciones: la de su pensamiento filosófico, la de su formación estética y la de su vigilancia cívica.
[…] Los únicos cubanos que dan de sí igual área y profundidad de asunto que Varona, o lo superan en ciertas vetas humanas, son Luz y Caballero y Martí”. (Medardo Vitier: “Enrique José Varona”, Apuntaciones literarias, La Habana, Editorial Minerva, 1935, pp. 113 y 120).
“Desde la muerte de Luz se echaba de menos en nuestra cultura la presencia de una vocación filosófica fuerte. Varona vino a llenar ese vacío con sus memorables conferencias filosóficas, cursos libres dictados en la Academia de Ciencias de La Habana de 1880 a 1882, recogidos en tres volúmenes: Lógica (1880), recomendada en efecto por Ribot para que sirviera de texto en Francia, Psicología y Moral (ambos de 1888); a los que habría que añadir los trabajos que forman parte de sus estudios literarios y filosóficos (1883) y los opúsculos didácticos publicados ya en este siglo: Nociones de Lógica (1902) y Curso de Psicología (1905). […] Una revisión actual de estas conferencias, honor de la cultura cubana, encontraría, creemos, sugestiones todavía discutibles, es decir vivas y fecundas, y el ejemplo perdurable de una absoluta honestidad intelectual”. (Cintio Vitier: “La crítica literaria y estética en el siglo XIX cubano”, Obras 3. Crítica 1, prólogo de Enrique Saínz, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2000, pp. 307-308).
[4] Gastón Baquero: “Enrique José Varona. Premio Justo de Lara 1944”, Grafos, La Habana, no. 119, febrero de 1944, Paginario disperso, La Habana, Ediciones UNIÓN, 2014, p. 17.
[5] JM: “‘El poeta anónimo de Polonia’. Enrique J. Varona”, El Economista Americano, Nueva York, agosto de 1887, OCEC, t. 26, pp. 142-143.
[6] JM: “Seis conferencias por Enrique José de Varona”, El Economista Americano, Nueva York, enero de 1888, OCEC, t. 28, pp. 40-44.
[7] JM: “Juntos, y el Secretario”, Patria, Nueva York, 21 de mayo de 1892, no. 11, p. 2; OC, t. 1, p. 452.
[8] JM: “Carta a Enrique José de Varona”, [Nueva York] 3 de septiembre [de 1887], OCEC, t. 26, p. 237.
[9] Bibliografía:
- Medardo Vitier: Enrique José Varona, Matanzas, Casas y Mercado, 1924, 101 p.; Enrique José Varona, Habana, Impr. Molina, 1935, 60 p.; Varona, maestro de juventudes, La Habana, Editorial Trópico, 1937, 236 p.;La lección de Varona, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Sociales, 1945, 70 p.; Enrique José Varona: su pensamiento representativo, La Habana, Editorial Lex, 2da, 1949, 288 p.; Actitud”, Homenaje a Enrique José Varona en el cincuentenario de su primer curso de Filosofía, La Habana, Dirección de Cultura de la Secretaría de Educación, 1935 (Valoraciones I, Universidad Central de Las Villas, 1960, pp. 3-18); “Enrique José Varona”, Apuntaciones literarias, La Habana, Editorial Minerva, 1935, pp. 113-120; “Enrique José Varona” (discurso de recepción en la Academia Nacional de Artes y Letras, marzo de 1941), Revista Cubana, La Habana, enero-junio de 1941 (Estudios, notas, efigies cubanas, La Habana, Editorial Minerva, 1944, pp. 9-25 y Valoraciones I, Universidad Central de Las Villas, 1960, pp. 19-37); “Enrique José Varona”, Las ideas en Cuba (1938). La filosofía en Cuba (1948), palabras liminares de Cintio Vitier, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2002, pp. 172-189, 203-206 y 327-346; “Enrique José Varona”, Estudios, notas, efigies cubanas, La Habana, Editorial Minerva, 1944, pp. 248-253; “Introducción”, Enrique José Varona: su pensamiento representativo, introducción y selección de Medardo Vitier, La Habana, Editorial Lex, 2da edic., 1949, pp. 9-49; “Varona y Martí (I y II)”, Valoraciones I, Universidad Central de Las Villas, 1960, pp. 216-225; “Lecciones de Varona”, Valoraciones I, Universidad Central de Las Villas, 1960, pp. 401-405; “Varona y Martí (III)”, Valoraciones II, Universidad Central de Las Villas, 1961, pp. 284-287.
- Cintio Vitier: “La crítica literaria y estética en el siglo XIXcubano”, Obras 3. Crítica 1, prólogo de Enrique Saínz, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2000, pp. 307-313.
- Raúl Roa: “Palabras en la tumba de Enrique José Varona”, Bufa subversiva, prólogo de Fernando Martínez Heredia, estudio preliminar, notas y anexos de Ana Cairo, La Habana, Ediciones La Memoria, Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, 2006, pp. 323-328.
- Andrés Iduarte: “Cuba, Varona y Martí”, Repertorio Americano, San José, Costa Rica, 30 de abril de 1950.
- José Ferrer Canales: “Perfil de Varona”, Repertorio Americano, San José, Costa Rica, a. 33, no. 1147, 15 de enero de 1953.
- Enrique Ubieta Gómez: “Martí, Varona y la tradición clásica del pensamiento cubano”, Casa de las Américas, julio-septiembre de 1994.
- Josefina Meza Paz: “Martí en Varona”, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, enero-diciembre de 2009.
- Enrique José Varona: Escalas de varia intención, selección, prólogo y notas de Cira Romero, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2011.

