
El conflicto en El Cayo. A finales de 1893, los obreros de los talleres de la fábrica La Rosa Española, de la firma Seidenberg and Company, de Cayo Hueso, inician una huelga contra el intento patronal de reducir los salarios, aprovechando la depresión económica. El incidente sirvió de pretexto a las autoridades españolas y estadounidenses, unidas por intereses e intenciones complementarios para tratar de neutralizar las reivindicaciones exigidas por obreros organizados y unidos, en su gran mayoría cubanos y, de paso, propinar un golpe mortal al Partido Revolucionario Cubano (PRC) con la sensible reducción de ingresos que sufriría por el deterioro económico de sus clubes más entusiastas y combativos en el extranjero. William Seidenberg, el propietario, decidió emplear obreros españoles contratados en Cuba y recibió el apoyo de la generalidad de las autoridades del Cayo y de La Habana.
El 2 de enero de 1894 desembarcaron en el islote más de cien obreros peninsulares rompehuelgas, algunos procedentes del Cuerpo de Voluntarios. Ante la inminente posibilidad de un enfrentamiento violento de nefastas consecuencias para el movimiento independentista y el incremento de las violaciones de todos los derechos laborales y ciudadanos, la Delegación del Partido Revolucionario Cubano contrató e instruyó al abogado estadounidense Horatio S. Rubens para que asumiera la defensa de los trabajadores detenidos y enfrentara aquel atentado contra las leyes federales, opuestas a toda forma de contratación de fuerza laboral en el extranjero.
Paralelamente, José Martí (firme y sensible en el discurso, prudente y eficaz en los actos) incrementó las acciones encaminadas a concertar el respeto y la amistad del pueblo estadounidense y del movimiento obrero en ese país, “aprovechando a tiempo lo poco que les queda en el alma de república”.[1] Después de una ardua batalla legal de varios meses, unida a las diligencias practicadas, discretamente, por el Delegado ante el Secretario de Estado norteamericano y algunos periódicos, neutros y amigos, de la gran prensa, fue lograda la deportación de los “contratados”, pero los efectos sobre Cayo Hueso eran devastadores: un 60% de los talleres se había retirado a otras localidades.[2]
Sin embargo, la hábil táctica de respuesta de Martí a este “suceso abominable”,[3] enfilada a no perder un milímetro del terreno ganado por el Partido y, de ser posible, extraer algún provecho de tan compleja situación, había dado frutos. Cayo Hueso frente a “la alevosía increíble”[4] de que fue víctima, si no recobraba la vitalidad productiva de antaño, sí seguía siendo un bastión inexpugnable de patriotismo: “Como ayer era, es hoy. La prudencia y la justicia de los cubanos ofendidos le han devuelto, más seguro aún que antes, el respeto de los que intentaron lastimarlos”.[5] Con su optimismo característico, Martí declaraba a Poyo y al general Gómez: “Todo queda más pujante y compacto, más maduro para la obra inmediata”.[6] “[…] el Cayo […] ha quedado—por ese hecho, y nuestra conducta en él—más encariñado con la revolución”.[7]
Notas:[8]
Véase Abreviaturas y siglas
[1] JM: “La protesta de Thomasville”, Patria, Nueva York, 27 de enero de 1894, no. 96, p. 3; OC, t. 3, p. 62.
[2] Véanse los artículos “Los sucesos del Cayo” y “Los sucesos del Cayo. En marcha”, Patria, Nueva York, 2 y 31 de marzo de 1894, nos. 101 y 105, pp. 4 y 3. (No aparecen en la edición de las Obras completas).
[3] JM: “Carta al general Serafín Sánchez”, [Nueva York, 9 de enero de 1894], EJM, t. IV, p. 17.
[4] “Los sucesos del Cayo. En marcha”, ob. cit., Patria, no. 105, p. 3.
[5] JM: “En el Cayo, el 10 de Abril”, Patria, Nueva York, 21 de abril de 1894, no. 109, p. 2. (No aparece en la edición de las Obras completas).
[6] JM: “Carta a José Dolores Poyo”, [Nueva York, 25 de enero de 1894], EJM, t. IV, pp. 29-30.
[7] JM: “Carta al general Máximo Gómez”, New York, 3 de marzo de 1894, EJM, t. IV, p. 67.
[8] Bibliografía:
- JM: “Conflicto en el Cayo”, Patria, Nueva York, 6 de enero de 1894, no. 93, p. 3; OC, t. 3, pp. 31-32.
- JM: “¡A Cuba!”, Patria, Nueva York, 27 de enero de 1894, no. 96, pp. 1-2; OC, t. 3, pp. 47-54.
- JM: “En el Cayo querido”, Patria, Nueva York, 16 de febrero de 1894, no. 99, p. 1; OC, t. 5, pp. 73-74.
- JM: “Carta al general Máximo Gómez”, New York, 4 de enero de 1893 [1894], EJM, t. IV, pp. 7-9.
- JM: “Carta al general Máximo Gómez”, New York, 1° de febrero de 1894, EJM, t. IV, pp. 37-41.
- JM: “Carta al general Antonio Maceo”, [Nueva York] 8 de enero de 1894, EJM, t. IV, pp. 13-15.
- JM: “Carta al general Serafín Sánchez”, Tampa, Fla., 18 de enero de 1894, EJM, t. IV, pp. 21-23.
- JM: “Carta al general Serafín Sánchez”, [Nueva York] 25 de enero [de 1894], EJM, t. IV, pp. 28-29.
- JM: “Carta a José Dolores Poyo”, Tampa, 18 de enero de 1894, EJM, t. IV, p. 26.
- JM: “Carta a Gualterio García”, [Nueva York, 25 de enero de 1894], EJM, t. IV, p. 31.
- JM: “Carta a Horatio Rubens”, [Nueva York] 25 de enero de 1894, EJM, t. IV, p. 32.
- Ibrahim Hidalgo Paz: “24 de febrero de 1895: comienzo de una guerra de alcance universal”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2015, no. 38, pp. 19-20.
- Rolando González Patricio: “El conflicto en Cayo Hueso”, La diplomacia del Delegado. Estrategia y tácticas de José Martí (1892-1895), La Habana, Editora Política, 1998, pp. 76-99.
- Paul Estrade: Los fundamentos de la democracia en Latinoamérica (1987), La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2016, t. I, pp. 286-289.
- Enrique Trujillo: Apuntes históricos, Nueva York, Tipografía de El Porvenir, 1896, pp. 193-194.
- Gerardo Castellanos García: Motivos de Cayo Hueso. (Contribución a la historia de las emigraciones revolucionarias cubanas en los Estados Unidos), La Habana, Úcar García y Cía., 1935, pp. 285-289 y 291-307.
- Philip S. Foner: Historia de Cuba y sus relaciones con Estados Unidos.1894-1895. De la era del anexionismo al inicio de la segunda guerra de independencia, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1973, t. 2, p. 366.
- Rolando Álvarez Estévez: “El conflicto del Cayo, los obreros cubanos y José Martí”, Granma, La Habana, 19 de febrero de 1983.
- Ibrahim Hidalgo Paz: La tesorería del Partido Revolucionario Cubano (1892-1895), La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2017, pp. 80-84.
- Horatio S. Rubens: The Story of Cuba, New York, Brewer Warren and Putnam Inc., 1932, cap. 1 y 2.
- Jefferson E. Browne: Key West: The Old and the New, Gainesville, University of Florida Press, 1973, pp. 126-128.
- E1 Porvenir, enero de 1894.
- The Tobacco Leaf, febrero-marzo de 1894.
- Gerald E. Poyo: “José Martí, artífice de la unidad social. Tensiones de clases dentro de las emigraciones cubanas en los Estados Unidos, 1887-1895”, Anuario del Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1984, no. 7, pp. 61-64.
- Manuel Patricio Delgado: “Martí en Cayo Hueso” (Revista Bimestre Cubana, La Habana, marzo-abril de 1933), Yo conocí a Martí, selección y prólogo de Carmen Suárez León, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2012, pp. 39-45.