Fermín Valdés-Domínguez escribió dos libros fundamentales sobre los sucesos del 27 de noviembre de 1871. El primero, publicado en Madrid en 1873, Los Voluntarios de la Habana en el acontecimiento de los estudiantes de medicina, se agotó a los pocos meses. Valdés-Domínguez publicó una segunda edición con el subtítulo “por uno de ellos condenado a seis años de presidio”. Volvió a ver la luz en La Habana en 1942, bajo el título Mártires de Cuba. 27 de noviembre de 1871, publicado por la Editorial Lex, cuenta con unas palabras introductorias de Mariano Sánchez Roca y una nota biográfica sobre Fermín Valdés-Domínguez de Fermín Peraza.
El segundo, su obra más conocida en Cuba, El 27 de noviembre de 1871, cuyas dos primeras ediciones se publicaron en la capital habanera en 1887.[1] De acuerdo con LeRoy y Gálvez, el segundo libro de Valdés Domínguez es una versión ampliada del primero, donde se subsanan errores que se deslizaron en la edición matritense, se añaden nuevos capítulos y el material utilizado aparece reorganizado y en gran parte escrito de nuevo.
En Santiago de Cuba apareció en 1890 con nuevas contribuciones, y en La Habana hay cuatro ediciones más: en 1909, revisada y aumentada por su autor, un año antes de su fallecimiento; en 1969, la octava edición, reproducción tercera, con preámbulo de Fernando Portuondo del Prado y notas de Le Roy; en 2005, la que contiene los primeros ocho capítulos del libro publicado por la Imprenta, La Correspondencia de Cuba (1887), con edición e introducción de Consuelo E. Stebbins; y en 2019, la Editorial UH y Ediciones ICAIC publicaron el libro “Con un himno en la garganta”. El 27 de noviembre de 1871: investigación histórica, tradición universitaria e Inocencia, de Alejandro Gil, que reproduce la versión de 1909, a la que se le añaden las notas de Le Roy a la edición de la Universidad de La Habana, de 1969, que reproduce la edición de 1890 de Santiago de Cuba. En nuestra opinión la más completa. Esta última edición puede consultarse también en formato digital.
Aunque es una obra con inexactitudes e imprecisiones como fuente de información histórica, según han señalado reconocidos historiadores,[2] no por ello menoscaba su inmenso valor como documento de denuncia del atroz crimen cometido por los voluntarios españoles, al amparo del régimen colonial, demostrando, con pruebas irrefutables, la inocencia de los ocho estudiantes mártires y de los otros treinta y cinco condenados a diversas penas de cárcel y presidio, por un delito que nunca cometieron.
Bajo el título “La opinión de Cuba” se recogen, en el número 101 del periódico Patria (Nueva York, 2 de marzo de 1894, pp. 3-4), diversas valoraciones de este libro y de la inclaudicable actitud patriótica de su autor, pese a peligros y amenazas, debidas a la pluma de Enrique José Varona, Esteban Borrero, Ramón Meza, Manuel Sanguily y José Ignacio Rodríguez, entre otros.
Notas:
[1] De la primera edición de catorce capítulos y doscientas páginas se hizo una tirada de cuatro mil ejemplares que vio la luz a principios de abril de 1887 y se agotó totalmente en menos de un mes. Le siguió entonces una segunda edición con veinte capítulos y doscientas setenta páginas, publicadas en mayo de 1887. (Luis F. Le Roy y Gálvez: A cien años del 71: El fusilamiento de los estudiantes, La Habana, Instituto Cubano del Libro, Editorial de Ciencias Sociales, 1971, pp. 21-22 y 162).
[2] Es verdaderamente difícil exigirle rigor y objetividad histórica a un hombre que, como expone Martí “narró con desorden patético aquellas escenas” vividas por él, en un “libro […] escrito a sollozos, mas sin ira. No está repuesta aún del horror ¿ni cómo pudiera reponerse? la mano que lo describe. A cada paso, como quien lleva en los ojos lo que no ha de olvidar jamás, interrumpe la trágica narración para invocar con patéticos arranques, en el desorden del dolor verdadero, la perezosa justicia del mundo. Se lee el libro cerrando el puño, dudando de lo impreso, poniendo en pie el alma”. (OCEC, tt. 25 y 26, pp. 241 y 145, respectivamente).