Cruz de Parra. Esta cruz con más de 500 años de antigüedad se conserva, custodia y venera en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa. Es la reliquia histórico-religiosa cristiana más antigua de América y la única que perdura de las 29 cruces colocadas por Cristóbal Colón durante su primer viaje, en otros tantos sitios del Nuevo Mundo. Fue levantada por el Almirante el sábado 1º de diciembre de 1492, cerca de la costa en el extremo norte oriental de la isla de Cuba. Casi veinte años después, las huestes evangelizadoras y colonizadoras al mando de Diego Velázquez, la encontraron en perfecto estado, cubierta por la vegetación litoral de uva caleta (Coccoloba uvifera L.), cuyos frutos son pequeñas drupas ovoides, comestibles, agrupados en racimos parecidos al de la parra o vid europea (Vitis vinifera L.). De ahí el nombre Cruz de Parra.
A partir de su hallazgo en 1511, su extracción del lugar original y su posterior emplazamiento en la Iglesia parroquial de la Ciudad Primada, se origina en torno al símbolo cristiano un progresivo proceso de sacralización, incentivado por las realizaciones milagrosas que le son atribuidas. En 1528 sacan por primera vez a la Cruz de Parra en procesión, tradición que perduraría hasta la primera mitad del siglo xx.
De las dimensiones originales de la “cruz grande” de más 2 m de longitud,[1] como reseña Fray Bartolomé de las Casas en su Relación del primer viaje de Cristóbal Colón, al reducido tamaño de la cruz actual (0.80 m de alto y 41 cm de ancho, con 10.8 cm de grosor), existe una notabilísima diferencia, pues con el paso del tiempo sufrió diversas mutilaciones, debido a que las personalidades, españolas y cubanas, de paso por la ciudad, solicitaban llevarse un fragmento de la misma. Así sucedió hasta el siglo xviii, fecha en la que se cubrieron de plata sus extremos para evitar su depredación total y garantizar su conservación para la posteridad.
La antigüedad de la cruz fue demostrada por estudios científicos realizados por la Dra. Raquel Carreras Rivery del Instituto de Investigaciones Forestales de Cuba, con la colaboración del Museo Real de África Central de Tervuren, de Bélgica, y la Universidad de Leuvan la Neuve. La datación radiocarbónica demostró que la edad de la madera de la cruz puede situarse, con 95 % de precisión, entre los años 860 y 1530. Se confirmó, además, que la planta no era de origen europeo, como antes se pensaba, sino que se trataba de la uvilla, uverillo o uva de paloma (Coccoloba diversifolia Jacq.). La uvilla es una especie arbustiva o arborescente que crece en los montes secos y semicaducifolios secos sobre suelos calizos de algunas regiones de Cuba y de las Antillas. Su madera es de color pardo grisáceo, de textura fina, dura y pesada.
El 24 de enero de 1998, la Cruz de Parra fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en la misa efectuada en la Plaza Antonio Maceo de Santiago de Cuba y el 15 de agosto de 2011 es proclamada, por sus valores espirituales, históricos y culturales, Monumento Nacional de la República de Cuba. (Fuente: EcuRed, Wikipedia, Cubadebate, Johannes Bisse: Árboles de Cuba, La Habana, Editorial Científico-Técnica, 1988, p. 261, Juan Tomás Roig: Diccionario botánico de nombres vulgares cubanos, 4ta ed., La Habana, Editorial Científico-Técnica, 2014, 2 t., t. II, pp. 905-906 y Alberto J. Fors: Maderas cubanas, La Habana, Editorial Científico-Técnica, 2019, p. 174).
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] En el lugar donde se levantaba la cruz original se puede ver hoy una reproducción con el tamaño que realmente tenía.

