Club San Carlos. La Sociedad de Instrucción y Recreo San Carlos, de Cayo Hueso, más conocida como Club San Carlos, se inauguró el 11 de noviembre de 1871, en honor a Carlos Manuel de Céspedes. La iniciativa correspondió a José Dolores Poyo y a Juan María Reyes. Tras la reapertura en otro emplazamiento, en 1874, comenzó a denominarse Instituto Patriótico y Docente San Carlos. Fue destruido por un voraz incendio el 1º de abril de 1886. Algunos autores sostienen la hipótesis de que no fue accidental e insinúan que las autoridades españolas podrían estar detrás del siniestro, para destruir con ello también un símbolo independentista de la comunidad revolucionaria cubana en el exterior.
Su reconstrucción, de la que Martín Herrera fue su alma, duró unos tres años. Allí encontraron tribuna y auxilio para la causa revolucionaria, connotados patriotas como Antonio Maceo, Máximo Gómez, Francisco Vicente Aguilera, Flor Crombet, y José Martí, entre otros. También se presentaron grandes músicos cubanos, el pianista Ignacio Cervantes y el violinista Rafael Díaz Albertini, figuran como los más reconocidos.
De acuerdo con el testimonio del coronel Fernando Figueredo: “Todos los problemas se resolvían en San Carlos, todas las visitas de nuestros prohombres y de nuestros héroes eran recibidas en San Carlos y el nombre de esta institución, se unió de tal suerte al de Cuba, que San Carlos vino a ser en el extranjero, la genuina y grandiosa representación de la patria”. (Citado por René González Barrios, en Yenifer Castro Viguera: El Club San Carlos: la casa del pueblo cubano en Cayo Hueso, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2017, p. 14). Según Gerardo Castellanos: “Allí resonaban los ecos de la patria; se le visitaba para rendir tributo y para recibir luz”. Se “convirtió en la casa de Martí” durante sus visitas al Cayo. (Misión a Cuba. Cayo Hueso y Martí, La Habana, Centro de Estudios Martianos,[1] 2009, p. 45). Para Martí el club San Carlos, era “el teatro en donde ha vibrado, en veinte años de espera, toda el alma cubana”. También se refirió a él como “ágora cubana”, “foro libre”, “hogar y parlamento y taller y colegio público”, “la casa de todos”.[2]
Véase Yenifer Castro Viguera: “Cayo Hueso durante la Tregua Fecunda y la presencia de José Martí: ecos en el Club San Carlos”, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, La Habana, enero‑junio de 2018, pp. 137‑165.
Notas:
Véase Abreviaturas y siglas
[1] JM: “El cubano en el Cayo”, Patria, Nueva York, 19 de marzo de 1892, no. 2, p. 3. (No aparece en la edición de las Obras completas).
[2] JM: “[Liceo San Carlos]”, Patria, Nueva York, 16 de abril de 1892, no. 6, p. 3; OC, t. 5, pp. 352-353.