Calixto García Íñiguez (1839-1898)

General holguinero del Ejército Libertador. Calixto Ramón García Íñiguez a los 14 años marcha a Bayamo junto a su tío, quien tenía en esa ciudad un establecimiento de ropas en el que trabaja por cuatro años, durante los cuales tiene que asumir la regencia del establecimiento al ser asesinado su padrino y tío. A los 18 años sale hacia Trinidad y, tras corta estancia allí dedicada a trabajar en comercios de amigos de sus padres, vuelve a su natal Holguín. El 11 de agosto de 1862, cuando cuenta 23 años de edad, contrae matrimonio en Jiguaní con Isabel Vélez. De esta unión nacieron siete hijos.

     Varios meses antes del inicio de la Guerra de los Diez Años funcionaba, con fin conspirativo, la logia masónica establecida por Francisco Vicente Aguilera en el Ingenio, frente a la ciudad de Bayamo, a la cual concurría el joven Calixto García, quien alcanzó los tres grados simbólicos de aprendiz, compañero y maestro. Apenas iniciada la Guerra de 1868, el 13 de octubre de ese año, se alza contra España, bajo el mando de Donato Mármol, jefe de los conspiradores de Jiguaní. Su primer hecho de armas fue la toma del caserío de Santa Rita, seguida por la de Jiguaní. Participó en la célebre macheteada de Los Pinos de Baire, liderada por el dominicano Máximo Gómez. Nombrado coronel, opera en la zona de Santiago de Cuba, y asiste a fines de noviembre de 1868 al fracasado ataque mambí al Cobre.

     Por su talento militar llegó a segundo de Máximo Gómez, y al mando de una columna que operaba a las órdenes del jefe dominicano, se mueve peleando a diario en las regiones de Ensenada, Realengo, Bijarú, Tacajó, Cuatro Caminos y La Lima. En julio de 1869 se le colocaron las estrellas de general de brigada y el 4 de abril de 1870 es nombrado Segundo Jefe del Distrito de Holguín. La muerte por enfermedad de Donato Mármol dejó vacante el mando de las fuerzas de Santiago de Cuba, que fue ocupado por Gómez, quien nombró a Calixto García para sustituirle en Jiguaní. Por su activa participación en los acontecimientos armados, el 1ro de mayo de 1872 fue ascendido a mayor general.

     Al recibir noticias de que se hacían propuestas de paz sin independencia al general José Miguel Barreto, venezolano al servicio de Cuba, se encaminó hacia el campamento de Yarayabo, residencia de Barreto para impedir cualquier decisión en tal sentido. En el camino entabló desigual combate con el enemigo, el 6 de septiembre de 1874, en el sitio conocido como San Antonio de Bajá. Al verse rodeado por los soldados españoles, para no caer en sus manos, Calixto García se disparó su revólver debajo del mentón, pero el proyectil le salió por la frente, y salvó la vida luego de una larga convalecencia. Después de la gloriosa caída, el general García fue trasladado a Manzanillo y más tarde conducido a Santiago de Cuba, y curado en el hospital Príncipe Alfonso de esta ciudad. Tras una corta estancia en el Morro de La Habana, fue trasladado a España. El 5 de marzo de 1875, Calixto García llegó a Santoña, en Santander, e ingresó en calidad de prisionero de guerra en el castillo que da nombre a esa ciudad española. Allí estuvo dos meses confinado; pasó el 8 de mayo de ese año a la prisión de San Francisco, enclavada en Madrid; y, por último, el 9 de abril de 1876 fue enviado a la prisión de Pamplona, donde permaneció hasta el 8 de junio de 1878, cuando se le concedió la libertad como consecuencia del Pacto del Zanjón.

     Viaja a París a entrevistarse con Ramón Emeterio Betances y allí declara su inconformidad con este pacto y le expone su propósito de reanudar la guerra contra España. Parte hacia Londres y de ahí hacia Estados Unidos, donde desde fines de 1878 organiza la Guerra Chiquita con la cooperación de los patriotas que conspiraban en Cuba. En esa ciudad le conoció José Martí a su arribo en 1880,[1] y ambos trabajaron en el Comité Revolucionario Cubano. El 26 de marzo de 1880 zarpó con un grupo de patriotas en la goleta Haittie Haskel rumbo a Cuba, pero al llegar frente a las costas cubanas al sur de Oriente e iniciar el desembarco, la nave tuvo que retirarse rápidamente al avistar luces de lo que supuso era una embarcación enemiga. Los expedicionarios se dirigieron a Jamaica y tras una salida fallida, desembarca finalmente en las costas cubanas el 7 de mayo de 1880, con un reducido grupo de valientes que van cayendo prisioneros unos, fusilados otros, rendidos por el hambre y las enfermedades los más, hasta que el 3 de agosto de aquel año el general se rinde, condicionalmente, al enemigo que le ha ofrecido la libertad y la vida.

     Preso nuevamente, vuelve a España, al castillo de Santa Bárbara, fortaleza valenciana, de la que saldrá el 12 de octubre de 1880, para llevar en Madrid una vida tranquila: primero ocupó un cargo en el banco de Castilla y luego fue profesor de gramática, inglés y francés. También ocupó la cátedra de una institución de libre enseñanza, la Asociación para la Enseñanza de la Mujer. Al confirmarse la falsedad del suicidio, en España, del general Calixto García, “que a todos enorgullece, regocija y une”,[2] Martí publicó en Patria, lleno de júbilo y gratitud, el 27 de enero de 1894, la nota “Calixto García, vive”.

     Luego de comenzada la Guerra de Independencia embarca en octubre de 1895 para nueva York, vía París, para ponerse al servicio de la Delegación Cubana. El 26 enero de 1896 parte con un grupo de patriotas cubanos para incorporarse a “la guerra necesaria”,[3] convocada y organizada por Martí. Pero la goleta naufraga con su cargamento valiosísimo. El 24 de febrero de 1896, una segunda expedición, la del Bermuda se apresta a salir para Cuba, pero es descubierta por las autoridades de Estados Unidos, y son detenidos Calixto García y algunos expedicionarios. Finalmente, el 18 de marzo de 1896, el Bermuda, con su cargamento bélico y humano parte a Cuba, y arriba el 24 de marzo por la playa de Marabí, cerca de Baracoa. Llega el 14 de abril al campamento de José Maceo en Dos Amigos. Organiza su escolta para marchar a donde está radicado el gobierno de la República y recibe el nombramiento de Jefe del Departamento Militar de Oriente.

     Numerosos fueron los combates del general García durante la guerra de 1895, entre los que se destacan la toma de Las Tunas (30 de agosto de 1897), luego de lo cual recibe el nombramiento que hace a su favor el nuevo Consejo de Gobierno, el 21 de diciembre de 1897, a propuesta del mayor general Máximo Gómez, de Jefe del Departamento Oriental, y lo invisten además del cargo de Lugarteniente General del Ejército. Le tocó la responsabilidad de colaborar con las tropas norteamericanas al intervenir Estados Unidos en la contienda, y sus planes fueron asumidos para el desembarco de aquellas y para establecer el cerco a la ciudad de Santiago de Cuba. Al rendirse sus defensores españoles, y serle impedida la entrada en la población a los soldados cubanos, escribió una viril protesta al general William Shafter, en la que sostenía la limpieza de actuación de sus tropas.

     Posteriormente renunció a su cargo ante el Consejo de Gobierno, lo que no fue aceptado por este, quien lo depuso el 24 de agosto de 1898. Entonces, al quedar desligado de todo compromiso como militar, se retira a Jiguaní, en tanto el Quinto Cuerpo del Ejército Libertador, lo presenta en su candidatura, y resulta electo delegado a la Asamblea de Representantes de Cuba libre que se reúne el 24 de octubre de 1898 en Santa Cruz del Sur, bajo su presidencia por ser el representante de más edad. El día 10 de noviembre la Asamblea acordó enviar una comisión a Washington, para tratar con el gobierno norteamericano el licenciamiento del Ejército Libertador. Calixto García fue designado presidente de la comitiva y en esa encomienda le sorprende la muerte en Washington, el 11 de diciembre de 1898. Su entierro en La Habana provocó un grave incidente cuando las autoridades militares de Estados Unidos impidieron que las tropas cubanas escoltasen el armón que conducía su cadáver, y estas se retiraron en señal de protesta.

[Tomado de OCEC, t. 6, pp. 237-239. (Texto modificado ligeramente por el E. del sitio web).


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Raúl Rodríguez La O: “Calixto García: sus relaciones con José Martí durante la Guerra Chiquita”, Granma, La Habana, 4 de agosto de 1989. (José Martí y la independencia de Cuba, Buenos Aires, Impreso en Tecno Gráfica, 1994).

[2] JM: “El Comité Revolucionario Cubano de Nueva York”, Nueva York, 13 de mayo de 1880, OCEC, t. 6, p. 183.

[3] JM: “Asuntos cubanos. Lectura en Steck Hall”, Nueva York, 24 de enero de 1880, OCEC, t. 6, p. 150. Véanse, además, la carta a José Alfonso Lucena”, fechada en Nueva York, el 9 de octubre de 1885 (OCEC, t. 23, p. 167); el discurso en conmemoración del 10 de Octubre de 1868”, en Masonic Temple, Nueva York, el 10 de octubre de 1888 (OC, t. 4, p. 229); y el artículo “El general Gómez”, publicado en Patria, Nueva York, el 26 de agosto de 1893, no. 76, p. 2; OC, t. 4, p. 447.