Cubano establecido en New York dedicado a la industria del tabaco. No obstante haber logrado cierta holgura económica, no cesó de pensar y luchar por la libertad de su oprimida patria. Fue uno de los fundadores del cubanísimo club Los Independientes, en el que ocupó el cargo de tesorero; fue secretario del club Henry Reeve y cooperó activamente en la creación de otras agrupaciones independentistas; lo nombraron presidente honorario del club de mujeres Hijas de la Libertad.

     Amigo lealísimo de José Martí, le sirvió de emisario en distintas oportunidades en importantes misiones y fue uno de los fundadores del Partido Revolucionario Cubano en New York. Ya desaparecido el Apóstol, en el acto inaugural de Martí Sociedad Benéfica, junto con Emilio Agramonte y José A. Frías, fue de los que se opusieron a que Enrique Trujillo —quien había combatido duramente a Martí desde antes de constituirse el Partido Revolucionario Cubano— hiciera uso de la palabra.

     En los documentos revisados que se conservan en el Archivo Nacional, en los que aparece su firma, siempre está escrito su apellido con “S”, desconocemos por qué Martí, en ocasiones, lo escribía con “Z”.

[Tomado de Luis García Pascual: Entorno martiano, La Habana, Ediciones Abril, 2003, p. 144. (Nota modificada ligeramente por el E. del sitio web].