FERMÍN VALDÉS DOMÍNGUEZ

Llegan ya a Patria noticias del cariño entrañable con que Tampa y Key West recibieron a Fermín Valdés Domínguez. Las almas que se tenía él ganadas, le han mostrado su enérgica adhesión. Su palabra,—robusta y poco paciente,—ha prendido de súbito en los corazones. Corazón es él. Bien merece “el mar de cabezas” que tuvo ante su tribuna en el Liceo de Tampa, la honrosa comitiva que lo llevó en Key West del vapor a la casa de la sociedad “El Fénix,” el banquete animado de la bienvenida, la ovación de Key West en la noche valiente del 10 de abril, el convite,—singularmente honroso—de esos talleres de hombres: la casa de Gato, y la casa de Villamil.—Ya satisface el alma generosa de Fermín Valdés Domínguez su deseo, mal enfrenado desde hace muchos años, de vivir, humilde y activo, entre sus compatriotas libres:—¡ya es libre quien trabaja por serlo!

[José Martí]

Patria, Nueva York, 17 de abril de 1894, no. 108, p. 3. (No aparece en la edición de las Obras completas).