Fernando Figueredo Socarrás (1846-1929)

Militar y político cubano; sobrino de Pedro Figueredo Cisneros (Perucho), autor de la música del Himno Nacional de Cuba. Fernando María Figueredo Socarrás nació en Camagüey, el 9 de febrero de 1846. Recibió una sólida educación primaria en el Colegio San José, en Bayamo, dirigido por el educador y patriota José María Izaguirre. Continuó sus estudios superiores en La Habana en 1862 en un colegio de carreras militares, para más tarde proseguir los estudios de ingeniería en Estados Unidos, los que interrumpió en el mes de julio de 1868 para volver a Cuba y unirse a la conspiración patriótica. Se unió a la insurrección el 18 de octubre de 1868 y participó en la toma de Bayamo dos días después.

     Por sus méritos militares alcanzó el grado de coronel y ocupó alto cargos en el gobierno de la República en Armas. Se desempeñó como ayudante-secretario de Carlos Manuel de Céspedes y tras la deposición de este de la presidencia pasó a la Primera División de Oriente como Jefe de Estado Mayor, para luego ser nominado Jefe de Despacho a las órdenes de los generales Calixto García, Manuel Calvar y Antonio Maceo.

     En 1876, al renovarse la Cámara de Representantes, fue electo diputado por Oriente y desempeñó el cargo hasta que, encargado de una comisión especial como inspector de la Cámara, le sorprende el Pacto del Zanjón en febrero de 1878 que cesó la guerra sin independencia ni abolición de la esclavitud.

     Inconforme con el Pacto del Zanjón, estuvo junto al general Antonio Maceo en la patriótica Protesta de Baraguá y poco después marchó al exilio, primero a la República Dominicana y finalmente a Cayo Hueso, donde en 1884, junto con José Dolores Poyo y otros cubanos, fundaron la Convención Cubana.[1] Esta organización contaba con una gran red de contactos en la Isla, manteniendo una estrecha comunicación con los jefes principales de las pasadas guerras, y con nuevos adeptos a la independencia.

     Allí en el Cayo fue un baluarte de la soberanía de Cuba y desde la primera visita de José Martí a ese peñón, los unió el fuerte amor a la patria. Estuvo entre los fundadores del Partido Revolucionario Cubano, y en 1895 al estallar nuevamente la guerra, le negaron la autorización para combatir en ella, por considerarse de más utilidad su presencia allí, para otras funciones que se le asignarían.

     Al concluir la contienda retornó a Cuba. El gobierno interventor le nombró colector delegado de la Aduana en Cienfuegos, y en enero de 1900 fue nombrado subsecretario de Estado y gobernación por el gobernador militar Leonard Wood. Más adelante se desempeñó como jefe de vistas de la Aduana de La Habana, cargo que desempeñó hasta constituirse la República. El presidente Tomás Estrada Palma le encomendó la Dirección General de Comunicaciones y más tarde la Intervención General del Estado. Tras la renuncia de aquel, durante el gobierno de intervención estadounidense fue nombrado tesorero general de la República, puesto en que fue confirmado por José Miguel Gómez cuando este asumió la presidencia en 1909.

     Como escritor colaboró en el periódico Patria y otras publicaciones y publicó obras históricas de gran valor como La toma de Bayamo y La revolución de Yara. Martí lo reconoció como el “historiador cordial y feliz de la revolución”.[2]

     Contrajo matrimonio en los campos de Cuba Libre, el 3 de noviembre de 1873, con Juana Antúnez Antúnez, de cuya unión les nacieron nueve hijos. Falleció en La Habana, el 13 de agosto de 1929.

[Tomado de Luis García Pascual: Entorno Martiano, La Habana, Ediciones Abril, 2003, pp. 95-96 y OCEC, t. 30, pp. 226-227. (Nota modificada por el E. del sitio web)].


Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Véase Paul Estrade: “El Convencional no. 2: José Martí, miembro de la Convención Cubana de Cayo Hueso” (1988), Martí en su siglo en el nuestro, La Habana, Centro de Estudios Martianos, 2008, pp. 71-88.

[2] JM: “La confirmación solemne en Cayo Hueso”, Patria, Nueva York, 6 de octubre de 1893, no. 80, p. 2. (No aparece en la edición de las Obras completas).