DE FRANCISCO GÓMEZ TORO
Montecristi, febrero 18, 1895.
Querido Maestro:
Vino en su carta su cariño hermoso, y de las flores del patio cubano se vio aquí la belleza en el afecto generoso de Vd. Quise, verdad, conversar, conversar siempre con los viajeros queridos, y a Santiago fue a esperarles mi carta.[1]
Me siento orgulloso al lado de Manuelito y de hermano es mi amor, pues de madre fue el cariño que hallé en la de él, y he de responderle por la deuda.
Retrasado fue el cable el domingo: “Recommend flirt sieve inoculate Alfred decidido buckwheat depth slender”, pero debe haber habido trastorno porque no recibí aviso de su llegada a Santiago como se convino.
Escribí a New York a Gonzalo y Guerra—les dije de la mucha tarea y del viaje rápido porque estaban ausentes— y cómo estábamos alegres de ver mayor firmeza y brío en las horas de amago.
Va mi respeto a la casa generosa y bella de Ramírez y abrazo a Collazo y mi corazón al maestro tierno de,
Oficina de Asuntos Históricos Archivo M. Gómez, Caja 6, no. 99.
Tomado de Destinatario José Martí, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual; preámbulo de Eusebio Leal Spengler, La Habana, Ediciones Abril, 2005, pp. 439-440.