DE CLEMENCIA GÓMEZ TORO

[Montecristi, junio 12 de 1895][1]

Martí, hermano querido:

Cuando no hay palabras con que decir un cariño, un dolor y una alegría, se guarda silencio, se inclina uno respetuosamente, y se deja a las almas que se unan y se comprendan; como mi alma está con todos Vds., ella les dirá mi cariño, que es de hermana, mi dolor de aquella noche memorable[2] y mi alegría de saber que llegaron salvos a donde los esperaba la Patria, para que rompan sus cadenas de esclava. El alma de Vds. me dice que triunfarán, y vencedores vendrán a abrazarnos y traerme a Papá –así lo espero.

     Se dice por la prensa, por todas partes: la Revolución, potente, hermosa!… Hemos salido Lupita y yo a pasear por la sabanita, y siempre lo hemos llevado en medio de las dos, ella está ahora en Dajabón con toda la familia. A la playa no he vuelto más, si voy, iré con Vd. Aquí nadie lo olvida. Todos como nos dejó. A Papá cuídemelo, Vd. es responsable si a él le falta cariño, V. el hermano mayor de nosotros.[3] A Paquito, Guerra, Salas y Collazo, el cariño de su hermana,

María C. Gómez Toro

 Archivo Nacional. Fondo: Archivo Máximo Gómez. Legajo 15, no. 4. Según el compilador, copiada alrededor de los años 1970-1975. Ahora no se ha localizado este original.

Tomado de Destinatario José Martí, compilación, ordenación cronológica y notas de Luis García Pascual; preámbulo de Eusebio Leal Spengler, La Habana, Ediciones Abril, 2005, p. 486.[4]

Notas:

Véase Abreviaturas y siglas

[1] Del texto de esta carta se infiere que fue escrita el mismo día que la de Bernarda Toro Pelegrín, por lo que le damos igual fecha.

[2] Se refiere, seguramente, a la noche de despedida de Martí, Gómez y sus acompañantes, que se aprestaban viajar a Cuba, a fines de marzo de 1895. En esa ocasión, Clemencia le entregó a Martí, en prenda de cariño para que lo protegiera del peligro, la cinta azul de seda que adornaba su cabello, acompañada de una nota. La cinta se encontraba entre las pertenencias que Martí llevaba consigo al caer frente al enemigo, en Dos Ríos, “de cara al sol”. (N. del E. del sitio web).

[3] “Me consuela mucho que Vd. haya ido junto con Máximo, porque Vd. es el hijo, y es el hermano que tiene que darnos cuenta de él; Vd. es el hijo que ha ido para cuidarlo, para que no le falte el cariño de nosotros, a Vd. solo confiamos tan grande encargo”. (Bernarda Toro Pelegrín: “Carta a José Martí”, Montecristi, 12 de junio de 1895, DJM, pp. 484-485).

“¡Cómo lo sentimos aquí! De esta familia, que es suya, y de esta casa no se han ido los que en el corazón nos dejaron su corazón. // […] Escribo en la misma mesa y en el mismo cuarto. ¡Maestro, usted vive aquí!” (Francisco Gómez Toro: “Carta a José Martí”, Montecristi, 15 de junio de 1895, DJM, p. 486).

[4] Todas las notas, menos la primera, corresponden al E. del sitio web.